Lima, nov. 04 (ANDINA).- Ser testigo de las discusiones entre los padres aflige a los niños, causa tensión y nerviosismo, y perjudica su rendimiento escolar, además de limitar su capacidad para resolver eventuales problemas.
Así lo advirtió hoy Manuel Escalante, coordinador de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), al explicar que el desempeño de los escolares depende, en gran medida, del clima emocional que reciben en sus hogares. El especialista dijo que en una casa donde hay un ambiente de mucha crítica, ofensa y humillación es muy probable que los niños presenten una conducta antisocial y conflictiva con sus compañeros.
Explicó que es normal que este tipo de niños tengan dificultades para concentrar su atención y cumplir con sus tareas. Por ello, comentó, es importante que los padres de familia observen y vigilen el comportamiento de sus hijos, ya que pueden estar ignorando que éstos sean víctimas del maltrato emocional en su propia casa.
“En algunos casos el desequilibrio emocional de los menores llega a manifestarse como desobediencia, irritabilidad, agresividad o problemas como dolores en diversas partes del cuerpo, es un estado de salud influido por los constantes problemas en su hogar que puede reducirse con el diálogo con sus niños”, detalló.
Si los padres no superan el problema de pareja y deciden separarse, el proceso de divorcio no necesariamente perjudica más a los niños, añadió. "Si se informa a los menores de una eventual separación, previo acuerdo y conciliación entre los padres, no se afectará el desarrollo emocional e intelectual de los pequeños".
Escalante dijo que la mejor manera de identificar las necesidades de los menores es a través de actividades deportivas y didácticas como paseos, dibujo y pinturas.
"En el caso de observar aislamiento de los menores o comportamientos no acostumbrados, los padres deben incrementar el dialogo, pero también podría llevarlo a un centro de salud para recibir orientación profesional con psicólogos o psiquiatras".(FIN) NDP/RRC
Así lo advirtió hoy Manuel Escalante, coordinador de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), al explicar que el desempeño de los escolares depende, en gran medida, del clima emocional que reciben en sus hogares. El especialista dijo que en una casa donde hay un ambiente de mucha crítica, ofensa y humillación es muy probable que los niños presenten una conducta antisocial y conflictiva con sus compañeros.
Explicó que es normal que este tipo de niños tengan dificultades para concentrar su atención y cumplir con sus tareas. Por ello, comentó, es importante que los padres de familia observen y vigilen el comportamiento de sus hijos, ya que pueden estar ignorando que éstos sean víctimas del maltrato emocional en su propia casa.
“En algunos casos el desequilibrio emocional de los menores llega a manifestarse como desobediencia, irritabilidad, agresividad o problemas como dolores en diversas partes del cuerpo, es un estado de salud influido por los constantes problemas en su hogar que puede reducirse con el diálogo con sus niños”, detalló.
Si los padres no superan el problema de pareja y deciden separarse, el proceso de divorcio no necesariamente perjudica más a los niños, añadió. "Si se informa a los menores de una eventual separación, previo acuerdo y conciliación entre los padres, no se afectará el desarrollo emocional e intelectual de los pequeños".
Escalante dijo que la mejor manera de identificar las necesidades de los menores es a través de actividades deportivas y didácticas como paseos, dibujo y pinturas.
"En el caso de observar aislamiento de los menores o comportamientos no acostumbrados, los padres deben incrementar el dialogo, pero también podría llevarlo a un centro de salud para recibir orientación profesional con psicólogos o psiquiatras".(FIN) NDP/RRC
Fuente:
Andina
4/11/09
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