viernes, 29 de mayo de 2009

Mamá trabaja, ¿quién cuida a los niños?


En nuestro país, el 37 por ciento del mercado laboral está compuesto por mujeres. Una cifra baja y que se justifica en muchos casos porque no hay nadie quien cuide de los niños en el hogar.


Un reciente estudio alerta sobre los motivos por los cuáles una gran mayoría de mujeres no trabaja en nuestro país y prefiere permanecer en el hogar al cuidado de sus hijos. La baja participación laboral femenina es un tema que preocupa ya que apenas llega al 37 por ciento. Una de las razones más potentes que se esgrimen para esto es que en muchas ocasiones los puestos de trabajo disponibles no alcanzan para costear lo que involucra dejar a los niños en casa con alguien al cuidado. Según el estudio barómetro mujer y trabajo 2009, realizado por Comunidad Mujer y Data voz , ésta es la realidad del 70 por ciento de las mujeres que hoy permanecen inactivas. Así, las actuales condiciones del mercado laboral son tan malas, los sueldos que les ofrecen tan bajos y los horarios tan extensos, que no ven incentivos para optar por un empleo. Y es que las cuentas son claras: si una mujer quiere trabajar su sueldo debería alcanzar para pagar unos 200 mil pesos a una nana que cuide a los niños de lunes a viernes, otros 60 mil por el furgón escolar y unos 40 mil en bencina para movilizarse¿ 300 mil pesos en gastos fijos. El estudio detectó además que hay un elemento cultural que también constituye una barrera a la hora de ingresar al mercado laboral. Muchas mujeres no están dispuestas a dejar el cuidado de sus hijos a otras personas, creen que sólo estarán bien con ellas o con algún familiar muy cercano. Una barrera cultural que pareciera desaparecer cuando los ingresos son altos, como ocurre con las mujeres laboralmente activas de estratos económicos medios y altos. En los sectores de escasos recursos no hay muchas opciones y la urgencia económica puede llevar a extremos. Sin redes de apoyo para el cuidado de los hijos, algunas mujeres se ven obligadas a emplearse en lo que encuentran y tomar la dramática decisión de dejarlos solos.


Fuente:

Teletrece Internet

29/05/09



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Educación de padres fija el coeficiente de bebés prematuros



En los bebés nacidos antes de término, tener un padre bien educado es muy valioso, sobre todo cuando se trata del coeficiente intelectual (CI) del niño a futuro.
La edad gestacional al nacer y el crecimiento temprano también juegan un papel importante en la inteligencia futura, pero no tan fuerte como el nivel educativo paterno.
En un artículo publicado en Archives of Disease in Childhood -- Fetal and Neonatal Edition, el equipo del doctor N. Weisglas-Kuperus, del Centro Médico Erasmus en Rotterdam, Holanda, evaluó la inteligencia de 596 sujetos de 19 años.
Los participantes habían pesado menos de 1.500 gramos al nacer o habían llegado al mundo antes de las 32 semanas de gestación.
En general, el CI promedio del grupo era de 97,8; sólo 2,2 puntos por debajo del de la población general holandesa, indicaron Weisglas-Kuperus y colegas.
El equipo señaló, no obstante, que comparado con la población general, el doble de los jóvenes del grupo de estudio estaba mal educado y el triple no trabajaba o iba a la escuela.
Con un aumento de una semana en la edad gestacional, el CI trepaba 1,3 puntos, informaron los autores.
De forma similar, cuando el peso al nacer se incrementaba en una unidad en promedio, el CI trepaba 2,6 puntos.
Tener una madre de más de 25 años de edad y ser varón también se vinculaba con mayores registros de CI.
Con todo, el impacto de todos estos factores era pálido comparado con el nivel educativo paterno.
Los hijos de padres altamente educados tenían un CI 14,2 puntos por encima, en promedio, de los de aquellos jóvenes nacidos de papás peor educados.

ReutersEsta publicación incluye información y datos que son de propiedad intelectual de Reuters. Queda expresamente prohibido su uso o el de su nombre sin la previa autorización de Reuters. Reservados todos los derechos.


Fuente:

Terra.com

29/05/09



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jueves, 28 de mayo de 2009

Los hijos de madres fumadores tienen una mayor propensión al tabaquismo precoz



La influencia del tabaquismo materno influye sobre el feto en desarrollo de muchas formas, contribuyendo a un bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y otros problemas de salud después del nacimientoMadrid (27-5-09).- Los hijos de madres que fumaban durante el embarazo y los primeros años de infancia de los niños podrían estar predispuestos a empezar a fumar en la adolescencia o de adultos jóvenes, según un estudio del Colegio de Medicina de la Universidad de Arizona. Los resultados del trabajo se han hecho públicos durante la conferencia internacional de la Sociedad Torácica Americana que se celebra en San Diego (Estados Unidos).Los investigadores utilizaron datos de un estudio respiratorio infantil de Tucson. El tabaquismo infantil durante el embarazo, a los nueve días, al mes y medio y al año y medio se utilizó para evaluar la exposición al tabaco durante el embarazo y al inicio de la vida del niño. El tabaquismo materno se evaluó a los seis años, los nueve y los once años para evaluar la exposición al tabaco en los años escolares del niño. El tabaquismo de estos niños se evaluó cuando tenían 16 y 22 años.Según explica Roni Grad, responsable del estudio, el tabaquismo materno durante el embarazo y los años de escuela de los niños se asociaba con que estos se convertían en fumadores habituales a los 22 años, de forma independiente de si la madre fumaba durante los primeros años de vida del niño en la escuela.Además, de los niños que habían fumado alguna vez aquellos cuyas madres lo hicieron durante el embarazo y los primeros años de la vida infantil eran menos propensos a dejar el hábito que los de madres que nunca habían fumado o habían empezado a hacerlo en los años de escolarización de sus hijos.Según señala Grad, "el tabaquismo durante el embarazo en madres que dejaron de fumar cuando los niños alcanzaron la edad escolar es un factor de riesgo de tabaquismo en estos niños durante los inicios de la vida adulta". Para el investigador los datos sugieren que existe un efecto biológico y que la eliminación del tabaquismo materno durante el embarazo y los años presecolares del niño reducirían el riesgo de que éste se volviera un fumador habitual en la vida adulta."En niños de madres que fumaban durante este periodo crítico es importante prevenir que experimenten con el tabaco durante los años de su adolescencia", afirma Grad.


Fuente:

AZPrensa

27/05/09



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Niños hiperestimulados



Agendas apretadísimas, se dividen entre escuela, fútbol, hockey, circo, danza, comedia musical, guitarra y maestra particular; esta generación no soporta el ocio porque lo vive como vacío y casi como depresión; necesitan de las estructuras externas para ordenar sus vidas, y así va perdiendo de vista las estructuras o necesidades internas.


Río Negro - Estamos acostumbrados a escuchar sobre la difícil situación de los niños de la calle, los adolescentes carentes de posibilidades de inserción social, niños con privaciones de necesidades básicas importantes, y con esta situación, las consecuencias sociales, la discriminación, delincuencia, y otros problemas sociales.Pero no se habla tanto, o al menos con la misma intensidad, pues parecería frívolo o superficial, es sobre la situación de los niños y adolescentes de las clases sociales medias y altas. Cuáles son sus conflictos y cuáles sus consecuencias. Si se hace un poco de memoria, o se recuerda como se vivían las infancias hace 30 o 40 años atrás, nos encontraremos con experiencias muy diferentes a las de los días de hoy: jugar en la calle, los vecinos amigos del potrero, ir al kiosco de la esquina caminando solos -sí, niños de 7 años caminando solos por la calle- en cualquier calle de barrio de nuestra capital federal, etc. Esta imagen de ver niños jugando a la pelota o al tinenti en la vereda ya es foto vieja, y lo viejo de la misma no es sólo la escena de la vereda como espacio físico donde jugar, sino el mismo hecho de jugar. ¿Que pasa con nuestros niños hoy? Si nos pusiéramos a observar y describir la vida de los chicos de hoy, nos encontramos con niños que amanecen a las 7 de la mañana para asistir a sus escuelas, donde permanecen hasta las 16 o 17 horas en que termina su doble jornada. Suelen ser colegios que al tener doble escolaridad, son bilingües, y tienen toda una gama de actividades deportivas y artísticas ya que además de las materias clásicas y obligatorias, tienen talleres expresivos y deportivos. El plan educativo se fue complejizando en los últimos años, a medida que la demanda de los padres y del mundo laboral fue exigiendo perfiles más completos: inglés, computación, natación, etc. Es decir que estas escuelas privadas, no solo satisfacen la demanda educativa sino también las sociales y laborales. Pero pareciera que esto no alcanza pues al salir de sus escuelas, los chicos comienzan a transitar su tercer jornada del día, y allí comienza el desfile: football, hockey, circo, danza, comedia musical, guitarra, maestra particular, ortodoncia, fonoaudióloga, psicóloga y psicopedagoga, son algunas de las actividades extras. Vuelven a su casa a las 20 horas para bañarse, hacer la tarea, sacarse los piojos, cenar y acostarse, pues al otro día el rally continúa. Así va pasando el día: de obligación en obligación, de compromiso en compromiso. Y llegan al fin de semana donde hay que ir al partido de tenis, al entrenamiento de football, a la muestra de circo y al teatro. Los padres, con la mejor intención, buscan llenar la vida del hijo con actividades que mejor los prepare para la vida adulta, para rendir mejor, para pasarla bien, para salir con sus amigos. Lo que se observa dentro de nuestros consultorios es que lo que debería ser un espacio de placer, de diversión se convierte en una obligación y en un deber. Un deber no solo para el hijo sino también para la madre que se convierte en remisera de lujo dividiéndose entre las diferentes actividades de sus diferentes hijos. Estos chicos: ¿Cuándo juegan? ¿Cuándo descansan? Se suele escuchar a las madres decir que prefieren que sus hijos hagan muchas cosas porque no les gusta que se queden horas mirando la TV o frente a la computadora. Pero estos chicos no paran. Están muy estimulados (hiperestimulados) y son lanzados hacia la acción. Donde pareciera que lo importante en la vida es hacer. Se ha perdido de vista cual es la necesidad de los niños en general y de cada chico en particular. Rosemond, psicólogo estadounidense, escribió varios libros haciendo referencia a esto mismo, él vino observando desde hace años y describió este fenómeno como el síndrome de las familias frenéticas.Son familias caracterizada por un alto nivel de tensión, que pasa sus días corriendo de una actividad a la otra, no permitiéndose espacios para relajarse y no tener nada que hacer. Son personas con agendas apretadas entre actividades laborales, cursos y eventos sociales. Dejando como consecuencia la falta de momentos para dialogar con los hijos e inculcándoles a los mismos sin percatarse creencias disfuncionales tales como “relajarse es sinónimo de vagancia” “ no hacer nada es malo”, lo que con el tiempo les dificulta identificar y manejar sus emociones.Es importante recordar que los niños aprenden más de lo que les mostramos “haciendo” que de lo que les “decimos”.¿Qué necesita mi hijo? ¿Qué siente? ¿Qué piensa? ¿Qué le pasa? Los padres de hoy, y por consiguiente sus hijos, no ven bien el tiempo de ocio, de verdadero ocio: mirar TV, jugar con amigos, leer, no hacer nada, simplemente estar en casa con mamá y esperar que llegue papá, poder acompañar a mamá a hacer alguna compra, caminar por el barrio, ir a tomar un helado. Todo esto es vivido como aburrimiento. Las generaciones actuales no soportan el ocio porque lo viven como vacío y casi como depresión. Necesitan de las estructuras externas para ordenar sus vidas, y asi van perdiendo de vista las estructuras o necesidades internas. Los niños necesitan estar en pijamas, jugar y relajarse, entonces: relajarse y si no saben hacerlo pues sería bueno que aprendan a hacerlo. Entre las consultas recibidas en Hémera, hay cada vez más niños y adolescentes estresados, y con síntomas físicos tales como:· Miedos nuevos o recurrentes (miedo a la oscuridad, a estar solos, a los extraños, etc.)· Preocupaciones· Aferrarse al adulto y sentirse incapaz de perderlo de vista· Enojo· Regresión a comportamientos típicos de etapas anteriores del desarrollo· Llanto y lloriqueo· Incapacidad para controlar sus emociones· Comportamiento agresivo· Caprichos· Oposición para participar en actividades familiares o escolares· Molestias estomacales o dolor estomacal vago· Pesadillas· Problemas para dormir· Dolor de cabeza· Enuresis (mojar la cama)· Disminución del apetito o cambio de hábitos alimentariosLos niños de hoy, al igual que los adultos están padeciendo trastornos de ansiedad. Tanto hijos como padres, envueltos en una vorágine social, en una carrera hacia no se sabe donde, han perdido la capacidad de registrar las alertas corporales, conductuales y emocionales que indican la necesidad de parar. Al perder este registro no pueden bajar a tiempo de del rally antes mencionado, para evitar que la propia maquina (que es nuestro propio cuerpo-alma) colapse. Así, se ve a niños colapsados, agotados y agobiados. Estos chicos necesitan recuperar el espacio de juego, de descanso. Las familias necesitan replantearse y regular las exigencias y pensar que la infancia viene de la mano de la inocencia, la ingenuidad, la espontaneidad, y es necesaria ser vivida de la mejor manera posible. En la infancia se crean las bases, los cimientos donde luego se conformará la estructura del adulto: si las bases están débiles, cansadas, fragmentadas. Darles una infancia cálida, feliz y relajada a nuestros hijos es darles la posibilidad no solo de ser felices hoy, sino también el día de mañana. Como padres podemos poner en marcha algunas estrategias para ir recuperando la paz y la capacidad de conectarnos con nuestros hijos, por ejemplo: · Brindarle al niño un clima familiar tranquilo.· Seleccionar los programas de televisión que se verán y quedarse con ellos mientras miran TV.· Escuchar al niño, ser cariñoso y decirles lo mucho que los queremos.· Pasar ratos tranquilos y relajados con el niño.· Darles la posibilidad de elegir y de tener algún control sobre su vida.· Anticipar los cambios (horarios, trabajos, rutinas)· Compartir contacto con la naturaleza, ya que es muy relajante.· Dedicarles tiempo ahora: los niños no entienden el futuro como nosotros.· Buscar ayuda o asesoramiento profesional cuando los signos de ansiedad o estrés no disminuyan o desaparezcan normalmente. (Río Negro Online)


Fuente:

Infancia Hoy

28/05/09



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¿La cigüeña aún no llega?


No lograr tener hijos provoca frustración, lo que genera una crisis de pareja. Sin embargo, hay soluciones al problema.
“Decimos que una pareja tiene problemas de fertilidad cuando, pasados los dos años de relaciones sexuales sin contracepción, no consigue el embarazo”, comenta el ginecólogo Jorge La Fuente. En este caso, la pareja debe acudir al médico para que éste determine las causas por las cuales no se produce el embarazo.
Si se llega a aplicar un tratamiento, es decir alguno de los métodos de fertilidad, se crea una ilusión en los cónyuges, esperanza que generalmente se transforma en estrés cuando el resultado no sale positivo.
“Siempre hacía los test caseros de embarazo y me moría de nervios al esperar el resultado; era frustrante ver que salía negativo”, dice Lili (37).
Esta situación es frecuente. “Desde el comienzo del tratamiento aparecen síntomas de ansiedad por el temor a no lograr el embarazo y que la pareja pierda el interés por la relación sexual”, indica La Fuente.
En otros casos, los esposos que se encuentran ante la noticia de que no pueden tener hijos y, a pesar de llevar tiempo intentándolo, generalmente reaccionan con incredulidad y sorpresa. “Pasan de la ansiedad por lograr el embarazo a un sentimiento de tristeza y frustración”. Sin embargo, es importante saber que si tienen problemas para embarazarse, deben planear su futuro de manera diferente”, explica la sicóloga Mónica Quitón.
¿CÓMO AFECTA AL PAR?
Casi todas las uniones estables, tarde o temprano, organizan su vida con la idea de tener hijos. Cuando llevan tiempo intentando agrandar la familia y no lo consiguen, crece la ansiedad, pero el desconcierto y el dolor llegan cuando las pruebas médicas confirman las sospechas de que uno de los dos es infértil.
Para la terapeuta familiar Mariel Luza, “a partir de ese momento el sufrimiento es común en la pareja. El impacto emocional que esto causa afecta tanto a la persona como al par y, aunque lo deseable es que se mantengan unidos ante la noticia, con frecuencia lo que ocurre es que pierden el equilibrio como pareja y hasta se distancian”, dice la especialista.
DIFERENTES REACCIONES
La forma de reaccionar de cada persona ante la imposibilidad de tener hijos suele variar, según la personalidad, el ambiente social, familiar y cultural, la edad, el sexo, etc.
Los hombres, por lo general, tienden a no hablar del tema, prefieren evitar las conversaciones acerca de su esterilidad, incluso tratan de evadirlas con su pareja, “produciéndose un distanciamiento y una falta de comunicación”, dice Luza.
Sin embargo, en las mujeres no existe esa vergüenza, pero sí hay un mayor sufrimiento, “ya que los conceptos de mujer y maternidad están culturalmente unidos. Por tanto, para ellas es un objetivo; incluso pueden sentir que su vida está incompleta sin hijos”, concluye.
La Fecundación In Vitro (FIV)
¿Qué es la FIV? Es una técnica de reproducción asistida en la que los ovocitos se fecundan con los espermatozoides en laboratorio y los embriones así obtenidos se depositan en el útero de la paciente. El objetivo es conseguir que el tratamiento genere un embarazo. Para mejores resultados, es importante que la pareja viva el proceso como algo sencillo, con ilusión y confianza en el equipo médico que la asiste.
Adopción
• Concepto. Según el Código de Familia, la adopción es un acto de autoridad judicial que atribuye la calidad de hijo del adoptante al que lo es originalmente de otras personas.
• Diferencias de adopción. Según el Código Niña, Niño y Adolescente, se entiende por adopción nacional, cuando los adoptantes tienen nacionalidad boliviana y residen en el país o, siendo extranjeros, tienen residencia permanente en el territorio nacional por más de dos años y los adoptados son bolivianos de origen. En el artículo 80 dice que las personas solteras y las parejas que mantienen una unión conyugal libre o de hecho de manera estable, podrán ser adoptantes. En cambio, se entiende por adopción internacional los casos en los cuales los solicitantes son de nacionalidad extranjera y residen en el exterior o, siendo de nacionalidad boliviana, tienen domicilio o residencia habitual fuera del país y el sujeto de la adopción es de nacionalidad boliviana, radicado en el país.
• Requisitos. Para las personas nacionales, se necesita tener un mínimo de 25 años de edad y ser por lo menos 15 años mayor que el adoptado. Tener un máximo de 50 años de edad, salvo en los casos de convivencia preadoptiva por tres años; certificado de matrimonio y, cuando se trate de uniones libres o de hecho, esta relación debe ser establecida mediante resolución judicial; gozar de buena salud física y mental, acreditada mediante certificado médico y evaluación psicológica; un informe social; acreditar el no tener antecedentes penales ni policiales; y certificado de haber recibido preparación para ser padres adoptivos.
Texto: Iván Paredes Tamayo. Foto: Dreamstime.Expertos consultados: Mónica Quitón, sicóloga; Mariel Luza, terapeuta familiar; y Jorge La Fuente, ginecólogo


Fuente:

La Razón

27/05/09



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miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Cómo les decimos a nuestros hijos que nos separamos?


Cada día son más los papás que deciden separarse y consultar a un psicólogo por el temor y la angustia que les genera enfrentar a sus hijos con la noticia. La inquietud más frecuente que surge es no encontrar las palabras adecuadas para explicar esta situación y el temor a las reacciones del niño.Lo más importante que como profesionales intentamos transmitir a los papás, es que un divorcio pone fin al vínculo entre una pareja, pero no a la relación de ambos con su hijo.Lo ideal es que la información sobre la separación sea dada al pequeño por sus padres y no por terceros; el niño es capaz de comprender lo que está sucediendo si el mensaje que se le transmite es claro, sincero y acorde a su edad, concediéndole tiempo además para que pueda asimilar y entender la nueva realidad.¿Por qué se han separado mis papás?, si ellos ya no se quieren ¿dejarán de quererme a mí? ¿Quién tiene la culpa? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que se hacen los niños. Por esto, algunas de las sugerencias a tener en cuenta y que pueden servir como guía a los que están o tienen que atravesar por esta situación son:- Explicar al niño que papá y mamá ya no pueden y no desean vivir juntos y que a partir de ahora vivirán en distintas casas.- Hablar con el pequeño de la realidad de la separación teniendo el cuidado de no culpabilizar a nadie. Hacerles saber que es una cuestión de adultos y que ellos no son los culpables.- Asegurándole que ambos padres lo siguen queriendo igual o más que antes y que él será visitado por el padre o la madre que no tenga la custodia.- Darle lugar a que puedan preguntar y hablar sobre sus sentimientos. Ellos necesitan saber que sus padres los escucharán.Evitando siempre:- Ponerlos en la disyuntiva de elegir entre uno y otro.- Hablar mal del otro.- Usarlos de correo: “Decile a tu padre…”.- Tomarlos de rehén: “Como tu madre no me avisó que tenías dentista, no te iré a buscar a la escuela”.¿Cuándo es conveniente consultar a un profesional? Cuando observe cambios significativos en la conducta o en el estado de ánimo del niño que afecten el curso normal de su desarrollo.Es muy importante, por lo menos en una primera etapa, que los chicos tengan el menor número de cambios posibles, sea de casa, barrio, amigos, escuela, etcétera.El niño más que nunca necesita del cariño, comprensión, atención y apoyo de sus padres.Lic. en Psicología Valentina AstradaMP 5946Centro de Terapias de Vanguardiacentrodeterapiasdevanguardia@yahoo.com.ar


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El Diario

27/05/09



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¿Existe la rivalidad entre hermanos?


El tema de la rivalidad entre hermanos ha sido estudiado consistentemente por profesionales en la psicología. El primer caso recordado por muchos es el de Caín y Abel.
La mayoría de los hermanos en algún momento han sentido que otros en el núcleo familiar han recibido más atención, afecto y simpatía que ellos. En ocasiones ellos lo han percibido así, aunque ésa no haya sido la intención de los padres. La diversidad de percepciones genera la controversia.
¿Existe realmente la rivalidad entre hermanos? Definitivamente que sí. El grado varía de poca, moderada a mucha. Obviamente para que exista rivalidad debe haber por lo menos dos hermanos
o más.
Las quejas más comunes suelen ser: Tú quieres más a mi hermano que a mí, ustedes la complacen más a ella que a mí, a mi hermana siempre le perdonan todo y a mí no me dejan pasar ni una cosita, a él siempre le compran todo lo que quiere y a mí siempre me dicen que no.
Al nuestros hijos presentarnos estas quejas es vital que los padres las evaluemos objetivamente y decidamos si son válidas. Es posible que en ocasiones seamos responsables de acciones no conscientes de favoritismo hacia uno de nuestros hijos que pueden conllevar serias repercusiones en la dinámica familiar.
Para contrarrestar esta posibilidad y los sentimientos de rivalidad es recomendable dedicarle a cada hijo la misma cantidad de atención y amor. Les sugiero escoger un día a la semana, o al mes, en donde cada padre tendrá una cita con cada hijo para hacer actividades juntos. La meta será fortalecer un vínculo especial con cada uno de sus hijos. Dependiendo de sus horarios la cita puede ser de 30 minutos a varias horas. Durante ese tiempo toda su atención será para su hijo. No se contestará el teléfono, a menos que sea una emergencia, no se estará mirando la televisión, a menos que la actividad sea ver un partido juntos, no se trabajará. En fin que lo deseado es que su hijo realmente sienta que en ese tiempo él es la persona más importante para usted.
La segunda meta será pasarlo bien. Escoja una actividad que su hijo disfrute. Y que esté relacionada con las habilidades, edad, pasatiempos y preferencias de cada uno.
Al principio puede ser un desafío para los papás e hijos encontrar, participar y disfrutar de estas actividades. El diálogo y la mente abierta serán requisitos indispensables para la planificación y el éxito de esta iniciativa.
La investigación señala que consistentemente los niños y adolescentes mencionan el tiempo pasado con los papás haciendo diferentes cosas como la actividad preferida por todos ellos.
Ya sé que los adultos tenemos horarios complicados y muy ocupados. Sin embargo ésta no puede ser una excusa para perder la oportunidad de unirse y vincularse con sus hijos. Si decidieron traerlos a este mundo, tienen que encontrar el tiempo para comunicarles lo importante que son para ustedes, de forma que ellos se sientan queridos y deseados. ¡Exito!•
mfa82003@yahoo.com


Fuente:

News Mcclatchy.com

27/05/09



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CUIDANDO LOS DIENTES DE NUESTROS HIJOS


Los tratamientos odontológicos odontopediátricos son experiencias que pueden causar en el niño diferentes emociones, que pueden ser desde una sensación de angustia, hasta un franco sentimiento de miedo con el consecuente rechazo al tratamiento, sobre todo cuando es su primera experiencia odontológica.
Algunas situaciones que pueden contribuir para que estas indeseables emociones se presenten, pueden ser:
Experiencias odontológicas negativas.
En los niños que solicitan servicio dental y que han tenido experiencias dentales negativas con antelación, éstas, pueden predisponerlos a incrementar su ansiedad y tener una conducta de rechazo en citas dentales futuras, de tal manera, que para poder brindarles una atención dental posterior, el profesional tendrá que trabajar arduamente para poder modificar esta conducta, utilizando las técnicas de control conductual más idóneas, para poder revertir esa respuesta negativa y de rechazo, en una respuesta positiva y de cooperación.
Sería de gran ayuda, para tratar de motivar de una forma positiva nuevamente a estos pacientes, que los padres, coadyuvarán con el profesional, dando información positiva y de aliento, a estos niños, diciéndoles que el doctor, ¡su amigo!, tratará de curar y resolver su molestia de la mejor manera, para que él se sienta bien.
Pacientes en esta situación tendrán que ser manejados más cautelosamente, para poder motivar positivamente su conducta, ante una nueva experiencia odontológica.
La actitud familiar.
La actitud de los padres y del entorno familiar debe ser de motivación hacia el niño que recibirá atención odontológica, para ello aconsejamos no mencionar, frente, ni cerca del niño, comentarios de experiencias odontológicas desagradables que cualquier miembro de la familia halla experimentado, así mismo evitar comentarios como te tienes que portar bien porque ya eres un hombrecito, nada más equivocado que esto, recordemos que son niños y hay que tratarlos como tal, dándoles soporte y confianza.
Padres que entienden y se comprometen con su propio cuidado bucodental, transmitirán ese compromiso e importancia a sus hijos, ayudándolos para que en el futuro sean adolescentes y adultos con una buena salud dental.
Como podemos comprender, tanto las experiencias previas negativas como el entorno familiar pueden influir en el tipo de conducta del paciente infantil, teniendo en cuenta estas sugerencias podremos ayudar a nuestros niños para que su experiencia odontológica sea lo más satisfactoria posible.
"Es la prevención, nuestra mayor preocupación".
¡Hasta la próxima!


Fuente:
El Siglo de Torreon
24/05/09



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Adicciones pueden llegar hasta el hogar


Los padres siempre desean lo mejor para sus hijos, y el concepto que tienen de ellos es y será algo así como: “son buenos muchachos aunque a veces algo traviesos, pero más tarde cambiarán, cuando crezcan”.

Lamentablemente algunos de estos muchachos nunca crecen, es decir, nunca toman las cosas en serio o con madurez, y pueden desviarse hacia situaciones poco honestas que pueden ocasionar que se metan en un callejón sin salida.El problema principal es que los padres son los últimos en darse cuenta para poder darles su ayuda a tiempo.He visto a muchos papás hacer hasta lo imposible y quedarse en la miseria total, por tratar de ayudar a sus hijos cuando ya es demasiado tarde, y a algunos hasta la vida les ha costado.A veces los padres están tan preocupados por los problemas de trabajo, económicos, sociales, etcétera, que creen que con cumplir con las cosas necesarias para sus hijos, como mandarlos a la escuela, darles privilegios, y algo más de dinero para sus “asuntos personales” resuelven el problema que representa ser jefes de familia.Es necesario siempre contar con información, por lo menos la más imprescindible, pues alguien en nuestra familia podría estar acercándose a este mundo de adicciones que además de peligroso es demasiado doloroso.Señales de alerta He aquí algunos consejos para que observen y puedan detectar algunos puntos clave.Los problemas de adicción a psicotrópicos conocidos como drogas, causan algunos síntomas visibles como son: falta de apetito y disminución de peso, ausencia mental o distracción continua, esto se evidencia en el rendimiento escolar con bajas calificaciones y aprendizaje lento.También pueden observarse estados eufóricos de alta excitación, es decir una gran energía, impulsividad, resistencia y fuerza, y tiempo después la contraparte, que son estados depresivos, donde el joven quiere únicamente estar solo, alejado de todo contacto social. También es común que desee permanecer dormido durante horas.Algunos aspectos físicos a observar serán el enrojecimiento de ojos, contracción de la pupila, retención de líquidos, problemas psicomotrices como puede ser caminar y hablar en forma torpe y sin coherencia.Debe observarse si su ropa huele diferente en caso de que esté fumando algo, o si sus brazos tienen marcas o moretones por si estuviera inyectándose; si es por inhalación podrá darse cuenta con el enrojecimiento de las fosas nasales las cuales pueden sangrar con frecuencia.Cuando los jóvenes utilizan pastillas pueden esconderlas en lugares estratégicos del hogar, o en sus cosas personales.Será necesario que revise en forma cuidadosa todos los sitios posibles para poder tener la certeza de si esto está pasando o es sólo una suposición.CPor último, una buena información acerca de los efectos secundarios del consumo de drogas en sus hijos, evitará en un buen porcentaje que ellos quieran adentrarse en ese mundo, del cual es muy difícil salir. Recuerde que la mejor forma de educar a sus hijos es generando un buen ambiente de confianza, comunicación y atención con ellos.

Vanguardia
25/05/09
http://www.vanguardia.com.mx/diario/noticia/salud/vidayarte/adicciones_pueden_llegar_hasta_el_hogar/353894


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Cómo educar hijos con mayor autonomía


Cada vez tienen mayor poder de decisión sobre algunos temas: eligen su ropa o incluso el lugar de vacaciones. Pero hay ámbitos donde están sobreprotegidos, al punto de no hacerse responsables, por ejemplo, si no hacen las tareas o sacan malas notas.
malas notas.

Más de una decena de correos de agradecimiento recibió la tía Consuelo por informar vía mail a los apoderados del 6° básico las pruebas de la semana y la campaña social del mes. Los papás estaban felices: era la manera de ejercer el control sobre sus hijas y de hacerse cargo. Después de todo, una mala nota duele en el bolsillo que paga una suculenta mensualidad. Y si falta el litro de aceite de la campaña solidaria, la mirada de reprobación apunta a los papás.
Ese esquema se repite en muchos padres que asumen la mochila de sus hijos a cuestas. Porque si bien los niños han ganado espacios de autonomía y decisión en diversos ámbitos -eligen su ropa, sus regalos y hasta el destino familiar de las vacaciones-, los deberes parecen tarea pendiente.
"Los niños eran los hijos del rigor hace 20 años. Nadie les preguntaba nada. Ahora los padres se fueron al otro extremo y son papás-amigos. Eso es nefasto para cualquier proceso educativo", dice Ricarda von Dessauer, coordinadora de nivel inicial del Colegio alemán Thomas Morus, y lanza una advertencia: si no pueden asumir pequeñas tareas, la pregunta es cómo lo harán con grandes responsabilidades en su espalda.
"No es el papá el que debe hacerse cargo", dice Verónica Pérez, sicóloga de la UDD. Su trabajo es modelar hábitos de autonomía y responsabilidad desde una edad temprana. "Pero como tienen menos tiempo para estar presentes, les resulta más fácil hacer ellos una tarea que estar al lado guiando el ejercicio", agrega. Pérez tiene una explicación: el exitismo atemoriza a los padres ante la posibilidad de un fracaso y sobreprotegen intelectualmente los niños de la alta exigencia escolar. Pero no reparan en que el niño puede sentir que no es capaz y ganar inseguridad. "Los padres tienen que aprender a tolerar las causas de un bajo rendimiento", insiste la sicóloga.
Esto implica aguantar comunicaciones y llamadas de alerta del colegio si el niño incumple o le va mal. Los colegios deben tener herramientas para ayudar a los niños y los papás, acompañar el proceso: al terminar 2° básico, el niño debiera recordar y hacer sus tareas.
Un dato: "Si uno toma los resultados de los países top en la prueba de Pisa, los estudiantes dicen en los cuestionarios que son autónomos y responsables del proceso educativo", dice Daniel Contreras, antropólogo y consultor de Unicef.
SOLTARLOSContreras explica que autonomía y responsabilidad van de la mano: la capacidad de elegir conlleva hacerce cargo de la decisión. Y culturalmente, en los últimos 20 años se ha instalado la idea de que el desarrollo de los niños requiere producir autonomía, "pero como sociedad no hemos sabido trasladar esos procesos de autonomía en todos los ámbitos".
Hay más escenarios en conflicto. Contreras ejemplifica con los padres que se angustian y tienen como tarea en la agenda resolver el fin de semana de sus hijos, al punto de querer cubrir todos los espectros del desarrollo con actividades. "Los papás sienten una presión genuina y legítima por darles las mejores herramientas para triunfar, porque el éxito requiere de muchas habilidades. Pero ser competente no se logra sin autonomía".
Los padres sienten que los modos tradicionales de crianza son insuficientes. Pero su estilo incorpora los desafíos que impone la sociedad y también sus temores, por ejemplo, a los espacios públicos.
Llegará un día en que el niño querrá irse caminando solo al colegio. Ir a la plaza a jugar con sus amigos y sin la mamá. Una niña pedirá que la dejen ir a un mall a juntarse con sus amigas cuando asome la preadolescencia. Y la respuesta no puede ser siempre un no. "Hay una edad en que el niño empieza a tener iniciativa y quiere descubrir. Si coarto ese ánimo, voy educando un niño apagado, abúlico y sin motivaciones. Hay que darles oportunidades y dejarlos que corran riesgos medidos", explica Juan Pablo Westphal, sicólogo de Clínica Santa María. Que el padre tenga desarrollado el juicio de la realidad no quiere decir que traspase sus miedos a los niños, sino que mida los riesgos para abrirle el camino. "Si hay un no, que sea por un riesgo real. Si no, hay que soltarlo", insiste Westphal. Soltarlo significa que aprenda a responsabilizarse en el espacio público con sus propias experiencias. Pero no significa abandonarlos en esa tarea: "eso es horfandad, no autonomía", dice Contreras. ¿Qué hacer? Reconocer terreno con ellos: la plaza, el mall o el camino al colegio y educar el autocuidado. Sólo así llegará el momento de dejarlo ir.
LOS PASOS DE LA AUTONOMÍA INFANTILNo me tomes la mano: Al entrar al kinder (5 años), los niños ven que sus pares no van de la mano de sus padres y querrán irse solos. Hay que darles otras señales de seguridad para amortiguar el desapego. Decirle, por ejemplo, "te voy a estar esperando cuando salgas". Quiero dormir en la casa de un amigo: Las primeras veces va a llamar para que lo vayan a buscar porque echa de menos. Entonces, en un principio hay que dejarlo ir solo unas horas. Nunca decirle: "como te tuve que ir a buscar, no vas más". Hay que darle más oportunidades. Me quiero ir caminando solo al colegio: Si la distancia es adecuada, a los 10 u 11 años no hay problema: los padres deben medir los riesgos pero no traspasarle su inseguridad al niño o decir no por temores poco realistas. Los padres deben hacer el recorrido con el niño y educar el autocuidado. Quiero ver programas para adultos en TV: El argumento "a mis amigos los dejan" no vale: nadie como los padres sabe que deben ver sus hijos en TV. Las razones deben ser bien explicitadas e incluso es buena idea invitarlo a ver una película más adulta acompañado por uno.Voy a salir solo con mis amigos: Primero, asegurarse de conocer a esos amigos. Segundo, saber dónde van. Si es un lugar público, ir juntos primero y aclarar qué está permitido: asegurarse que el hijo tiene incorporado cómo evitar riesgos. Si no tiene celular, hay que pasarle el propio. A los 12 está bien.


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Decir ¡no! a tiempo permite formar hijos respetuosos


Cuando mis hijos eran pequeños pasamos por situaciones económicas precarias, y tan sólo les di lo indispensable, ahora me exigen de más, ¿darles gusto puede compensarlos? (Tienen 15, 17 y 19 años). La falta de dinero no es delito ni motivo de pena. Nadie puede garantizar un porvenir lleno de satisfacciones económicas y dinero en abundancia.

No veo por qué quiera pagar culpas que no existen más que en su mente confusa. Los hijos, efectivamente, son los jueces más severos a los que nos enfrentamos, pero no le tema a negar o medir los bienes que ahora usted está en posibilidades de otorgar.Los bienes y el confort caen siempre bien cuando es producto del esfuerzo y el trabajo, pero así como llegan se pueden ir, no quiera pagar con dinero su admiración y que así olviden sus carencias de otra época. Los hijos son su responsabilidad en todos aspectos, pero más en enseñarlos a respetar y amar a sus padres a pesar de todas las carencias pasadas. Esos son motivos de reconocimiento y fortaleza.Los bienes en exceso, ahora mal otorgados, podrían afectarlos incluso más que el carecer de algunos lujos, especialmente cuando no han hecho esfuerzo alguno para ganar o merecer algo adicional. No tema cuando sus hijos exijan, simplemente aprenda a decir ¡No! Mi hija de 16 años padeció toda su niñez de enfermedades que nos mantenían a toda la familia constantemente en jaque. Antes no era justo marcarle límites, pero ahora ya se me salió de las manos. Me hace chantajes a menudo hasta cumplirle sus caprichos y me da miedo negarle o ser indiferente a sus peticiones pensando en su enfermedad o en una posible recaída. ¿Es muy tarde para marcar límites?Un hijo sin límites bien establecidos no será más feliz, sólo estará acostumbrándose a tener poca tolerancia al fracaso. Nunca es tarde para marcar límites, en la salud y en la enfermedad, los cuales son flexibles y negociables. Siempre deben existir ventanas y puertas en la vida familiar; se cierran puertas, se abren ventanas, basados en la comunicación y diálogo. La indiferencia no es otra cosa que evadir su miedo, en vez enfrentar el problema.Es más conveniente aclarar y aceptar no haber sido lo suficientemente estricto en el pasado y haber pasado por alto ciertos caprichos, pero ahora en la la adolescencia será más necesario el implantar reglas de disciplina.No tema una recaída, la cual no es una certeza, pero lo que ciertamente sí se avecina es una inmadurez por parte de su hija al no saber controlar sus frustraciones. Recuerde que la sobreprotección no es símbolo de amor, sino de destrucción. El miedo al mal comportamiento de un hijo se debe de afrontar poniendo soluciones a los problemas diarios y no “pagando” los caprichos, para curar lo que usted no podía remediar.Los berrinches de mi bebé de dos años me matan; con tal de que no llore le compro lo que quiera, ¿es verdad que cuando crezca y madure un poco más aprenderá a no hacer esas escenas?Desde luego que su bebé ya aprendió a tomarle la medida y sabe perfectamente cómo llamar su atención en el cumplimiento de todos sus berrinches y cómo lograr sus propósitos. Me gustaría preguntarle qué pasaría si un día le hace berrinche por querer tomar un cuchillo filoso, ¿también se lo daría?Los bebés rápidamente aprenden comportamientos inadecuados que por ahora hacen a sus padres, pero que más tarde, y a lo largo de su vida, seguirán buscando incautos para solucionar sus caprichos. Son por lo general personas insatisfechas ante cualquier negativa e ineptas para lograr metas y logros por sí mismas.

Fuente:
Vanguardia
25/05/09
http://www.vanguardia.com.mx/diario/noticia/sociedad/vidayarte/decir_%C2%A1no!_a_tiempo_permite_formar_hijos_respetuosos/353172


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Fomentar la lectura en los hijos


Es importante que en el hábito de la lectura participen todos los miembros de la familia
Carrusel L os estudios sobre la lectura y su aprendizaje demuestran que hay actividades y juegos que se pueden hacer en el hogar para ayudar a los niños y niñas a convertirse en lectores exitosos desde la niñez. ¿A qué padre y madre de familia no les gustaría que sus hijos fuesen unos lectores exitosos? Después de todo leer es la base de una buena educación, así como un talento que de por vida permite obtener no sólo conocimiento, sino también placer.
Cuando los niños leen bien, aumenta increíblemente su aprendizaje durante sus vidas y surge un potencial bastante grande en el futuro de su desarrollo. Pero cuando sucede lo contrario y los niños leen muy pobremente, se les cierran las puertas, lo mismo que las posibilidades. La investigación demuestra que existen condiciones bajo las cuales a los niños les llega a gustar la lectura, y dichas condiciones se deben aprovechar desde muy temprano. De allí que el amor por la lectura comienza en el hogar. Como padres, es importante que motiven a sus hijos a leer a diario. Puede intentar diferentes consejos de lectura cada semana y descubrir cuales les divierten más.
En este proceso de aprendizaje también pueden participar todos los miembros de la familia, tales como los abuelos que tienen una gran experiencia acumulada, a la vez los hace sentir útiles; los tíos, los vecinos, amigos, incluyendo la persona que le brinda el servicio de cuidar a sus hijos.
No soy especialista en esta materia, pero como comunicadora social considero que si se les dedica unos quince minutos diarios de lectura a los menores de la casa, es un tiempo de calidad y que sentará las bases y despertará interés por la lectura en cualquier edad o etapa en que se encuentre el pequeño.
Para ahondar sobre este tema y ofrecerles el punto de vista y recomendaciones de un especialista, hemos consultado a una profesional de la educación, que nos brinda ideas y actividades que pueden realizar los padres de familia con sus hijos para fomentar el interés por la lectura.
De seguro que si la familia logra resultados positivos en su tarea en casa, estará sentando las bases del éxito de sus hijos en el aprendizaje de las asignaturas del plan de estudio.

La Estrella
24/05/09
http://www.laestrella.com.pa/mensual/2009/05/24/contenido/101890.asp
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¿Qué clase de padres tuvieron, son o serán?


Los padres democráticos son aquellos que promueven la participación activa de sus hijos en el ambiente familiar, con el fin de que ellos tengan sus valores ascendidos en cuanto al afecto, autoestima alta, respeto, control de sus acciones y emociones, es decir, los llevan a la madurez, permitiendo que a través de esta interacción se cree una retroalimentación, un enriquecimiento personal, tanto para hijos, como para los mismos padres. La relación que estos padres tienen con sus hijos se basa en la combinación de la comunicación y el afecto, para que sus hijos sientan que su opinión puede tener un real peso, y que pueden entablar una conversación con gente adulta e incrementar la confianza en sí mismos, lo que permitirá que los niños puedan desenvolverse con mayor facilidad en el futuro. La crianza de los padres democráticos generalmente tiene efectos positivos en los hijos, ya que ellos se preocupan mucho de cuidarlos, y de entregarles el afecto que necesitan, son sensibles con ellos, pero les dejan muy en claro los límites en el diario vivir, lo que hace que el ambiente sea muy grato y ellos puedan ser libres, sin caer en el libertinaje. La consecuencia de esta relación padre e hijo, en cuanto a la conducta de estos niños en su diario vivir, son la escasez de problemas, ya que los padres evitan el castigo, esquivando todo tipo de ambiente violento que pueda afectar al niño, pero esto no quiere decir que dejen pasar sus caprichos, sino que los saben llevar a través de una conversación, en la cual ellos puedan aprender de sus errores. Ahora bien, en relación con el rendimiento escolar de los hijos, la “democracia familiar” hace que sea generalmente bueno, ya que permite que sus objetivos sean claros, sepan cuáles son sus capacidades y metas y esto, posteriormente, se ve reflejado en la calidad de sus notas, en el comportamiento frente a la enseñanza, y el respeto que demuestran por las demás personas, ya sean profesores y/o compañeros. Pero este tipo de crianza también puede tener aspectos negativos, los que se ven demostrados en la conducta de los hijos, ya que algunos niños a partir de esta “libertad democrática” piensan que están al mismo nivel que los adultos, y que hasta pueden pasar por sobre ellos. En síntesis, tomando en cuenta el pensamiento de Aristóteles que dice que “la democracia es el mejor sistema de gobierno, pero no es perfecta porque depende de los hombres”, en el mismo sentido, los padres democráticos buscan la mejor forma de educar a sus hijos, manteniendo diálogos que se retroalimentan constantemente, pero que no siempre se logran cumplir a cabalidad. Sin embargo en comparación a los otros estilos de relación padre- hijo este es el mejor tipo, ya que cumple con mayor satisfacción las necesidades de la formación del niño. Bárbara Flores Andrade Estudiante de Psicopedagogía Universidad Andrés Bello Foto: Flickr/CC Sergiodjt

El Paradiario 14
25/05/09
http://www.elparadiario14.cl/admin/render/noticia/16950


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La tarea de ser padres


Viviana Gallo (*)
Educar es criar; y criar significa nutrir emocional, afectiva y espiritualmente; crear y asegurar las condiciones para que la semilla, nuestro hijo, pueda alcanzar su desarrollo íntegro.
Educar significa transmitir valores a través de las conductas, enfatizar a través de estímulos, actividades compartidas y diálogos, el valor único de la vida de ese hijo, para que él/ella se sienta querido por lo que es, antes que por lo que hace.
Educar es vivir de tal manera que el hijo que nos observa descubra al vernos que hay un sentido en cada vida y se sienta estimulado y acompañado a explorar la suya. Los hijos crecen seguros de sí mismos y con buena personalidad cuando los padres han logrado transmitirles esa seguridad y confianza que les va a permitir entre otras cosas, asumir la responsabilidad de sus actos. Es fácil coincidir con esta conclusión, que es simple de expresar, pero difícil de poner en práctica. Los buenos resultados en la formación de los hijos se obtienen aplicando una actitud coherente y educando con personalidad.

OBJETIVOS. ¡Hijos con personalidad! ¡Hijos que conquisten su libertad porque han aprendido a ser responsables! Estas metas son posibles para padres que ejercen de padres y que conciben que la autoridad bien entendida es el mejor servicio que pueden prestar a sus hijos.
El arte de ser padres quizás consiste en saber poner tutores, como aquel que ponemos a una planta cuando sabemos cuál es la dirección en que queremos que crezca, buscando la luz y teniendo seguridad al ser sostenida y saber cuándo y cómo quitarlo. Significa establecer límites, sostenerlos, mantenerse presente emocional, física, espiritual y moralmente en la vida de los hijos, ser guías y referentes. Y sobre todo serlo a través de las conductas más que de los discursos. Saber que seremos confrontados por nuestros hijos, pues no se crece sin cuestionar. Y que debemos responder a la confrontación con serenidad, con constancia, con firmeza y con ternura.

MISIÓN INDELEGABLE. Las funciones educativas de los padres no se pueden delegar a otras instituciones. La familia, los padres educan siempre, aún cuando crean que no lo hacen. La responsabilidad reside en comprender que nadie hará por los hijos aquello que es función paterna y materna. Se puede pedir colaboración pero no ser sustituidos.
El mayor éxito de la paternidad y de la maternidad es haber criado personas autónomas, con capacidad de autoapoyo, responsable de sus acciones, personas que saben convivir con los límites lógicos de la vida y, al hacerlo eligen, son libres. La libertad consiste en asumir la responsabilidad de elegir “bien”.
Nuestros hijos necesitan y merecen padres adultos responsables, amorosos y dedicados que disfruten y vivan la hermosa, apasionante y desafiante tarea de educar.

(Especial para Abriendo Surcos Paraná)
(*) ORIENTADORA FAMILIAR. MADRE DE CINCO HIJOS. PROFESIONAL DE FUNDACIÓN PROYECTO PADRES. WWW.PROYECTOPADRES.ORG


Las funciones educativas de los padres no se pueden delegar a otras instituciones. La familia, los padres educan siempre, aún cuando crean que no lo hacen.


Fuente:



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martes, 26 de mayo de 2009

Nutrición de niños


La correcta nutrición en los infantes es primordial para que puedan crecer fuertes y sanos. Si un niño se alimenta bien durante su infancia y adolescencia se reducen considerablemente muchas enfermedades relacionadas con las carencias nutricionales en edad adulta y se contribuye a prevenir la obesidad y diabetes.
La alimentación les debe proveer las cantidades adecuadas de calcio, vitamina C, A y D, y hierro, esto es posible cuando se incluyen variedades de alimentos: carnes, frutas, vegetales, cereales, etc.
Por otro lado el agua es primordial, así como la incorporación de zumos de frutas frescas, bebidas lácteas, etc.
Los niños deben de comer:
- Cinco porciones de frutas frescas y vegetales por día
- El aporte de fibras también es importantísimo, para ello deben de comer cereales y panificados integrales, así como algunas frutas con cáscara y muchas verduras.
- Optar por carnes magras, también otorgarle frutos secos y huevos para proveerlos de las proteínas necesarias.
- La comida chatarra aporta mucha grasa y nada de nutrientes, por lo cual es mejor evitarla.
- Todas sus comidas deben de ser cocidas de forma sana mediante: horno, plancha, vapor o hervido.
- Es mejor de lado los refrescos y optar por los zumos naturales o agua sola.
- Las golosinas son un gusto que los niños se tienen que dar de vez en cuando y no formar parte de la dieta diaria.
- Es mejor darles galletas hechas en casa que las compradas ya que éstas últimas suelen contener grasas trans.

Fuente:
Nutricion.pro
26/05/09
http://www.nutricion.pro/13-05-2009/alimentacion/nutricion-de-ninos

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http://happylittleseeds.com.mx/

El valor de respetar las normas


María Victoria Fernández de Ramis (*)Hablar de límites hoy en día, en esta sociedad en la que nos ha tocado vivir, que está tendiendo cada vez más al laissez faire, nos suena anacrónico. Las normas, las leyes, se interpretan muchas veces como represión, como censura. Y sin embargo —y paradójicamente— por el mismo hecho de vivir en esta sociedad posmoderna es que hablar de límites resulta hoy indispensable.Las normas nos ordenan como sociedad; nos guían y nos orientan en nuestro accionar. Nos dicen qué podemos hacer y qué no. Su existencia no es pura arbitrariedad, sino que nos ayudan a defender nuestros derechos y hacernos cumplir nuestras obligaciones; y de esta manera, en definitiva, hacernos respetar también el espacio del otro. Es más, las normas cuando son claras y explícitas nos permiten descansar en ellas. Uno puede estar de acuerdo con las mismas o no, según la ocasión.Una sociedad sin reglas no sería una sociedad sino una aglomeración de personas. Y si lo pensamos bien, enseguida nos damos cuenta de que una vida así sería caótica. Dentro de cada una de las instituciones que componen la sociedad la situación es semejante. Cada una posee sus propias normas y todos los integrantes de la misma tienen que respetarlas, para así lograr convivir en armonía y tranquilidad. Dentro de cada casa, trabajo, grupo, pasa lo mismo. Hasta dentro de cada juego hay normas establecidas.DESDE LA INFANCIA. Desde niños necesitamos de los límites que nos imponen los adultos; y uso el verbo “imponer” con expresa intención. Los necesitamos para crecer sanos, para formarnos como buenas personas, para aprender a elegir; los necesitamos para sentirnos amados, respetados y protegidos.Muchas veces, y sobre todo en esta sociedad que le tiene tanto miedo a la “frustración del niño”, vemos con malos ojos a un padre exigente. Enseguida lo tildamos de autoritario. Es extraño realmente. Mezclamos los conceptos. Cumplir nuestro papel de autoridad dentro de la familia no es autoritarismo ni mucho menos. Padres comprometidos y responsables es lo que nuestros hijos necesitan. Amigos buscarán en otros ámbitos, no en el seno del hogar. Es importante que al menos nosotros, los adultos, tengamos esto en claro.Es función nuestra, de los padres, educar a nuestros hijos, guiarlos en su proceso de crecimiento, ayudarlos a formar, respetar y vivir su propia escala de valores, enseñarles a respetar al prójimo y a amarse ellos mismos... También es función nuestra marcarles sus errores y ayudarlos a corregirlos, exigirles dar lo mejor de ellos mismos, permitirles ciertas acciones y negarles otras.DESTERRAR EL TEMOR. No tengamos miedo. Por supuesto que ellos, los hijos, al momento de pedir algo, preferirán un padre condescendiente que los deje vivir “su vida”. Pero si tomamos el camino de “dejarlos ser”, por la demagogia de pretender ser los padres más queridos caeremos en el error de dejarlos sin la figura parental, tan importante para guiarlos en su crecimiento. Cada uno de nosotros, dentro del grupo familiar, tiene su rol y está bien que así sea. Es sano, es justo y es lo correcto.Repensemos nuestro accionar y veamos si estamos encaminados. Siempre hay tiempo de remediar los errores sobre la marcha. Rescatemos el valor de cumplir las normas en nuestras casas, en nuestros trabajos, en nuestros grupos sociales. Sólo de esta manera lograremos vivir en un país en el que reine el respeto por uno mismo y por los otros, en el que todos podamos sentirnos libres realmente, haciéndonos dueños en parte de las normas que nos rodean.(Especial para Abriendo Surcos Paraná)(*) Licenciada. Profesional de la Fundación Proyecto Padreswww.proyectopadres.org


Fuente:

El Diario

26/05/09



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lunes, 25 de mayo de 2009

Mamá preste atención si su hijo dice ‘no quiero más’


Autor : Claudia VásquezMartes, 19 de Mayo de 2009 20:09
Según las conclusiones de una reciente investigación, las madres que ignoran los signos de saciedad de sus hijos tienden a sobrealimentarlos, aumentando así la posibilidad de sobrepeso en sus pequeños.
Labios cerrados y negativas son seguramente reconocidos por la gran mayoría de las madres, quienes ante la negativa de sus hijos a comer, insisten e insisten, desconociendo que al sobrealimentarlos en lugar de ayudarlos los están perjudicando. “Muchas veces esos niños terminan incluso comiendo más de lo que deben comer o pueden terminar en problemas nutricionales mas adelante por exceso o por deficiencia porque el niño, cualquier persona que come más de la cuenta pierde la regulación normal del apetito”, asegura Clara Rojas, nutricionista infantil.Cuando un niño está sano y se está alimentando bien, es decir con alimentos nutritivos, y en horarios establecidos, y se niega a seguir comiendo es porque realmente no desea mas comida, ellos tienen esa capacidad, y deben ser siempre los que decidan cuánto comer, sin embargo, ¿cómo podemos determinar si de pronto no recibe alimentos porque está enfermo? “Habitualmente existen ciertos signos de alarma como el decaimiento del niño, como cuadros febriles en determinados procesos infecciosos donde hay unos síntomas claros que demuestran que el niño tiene un cuadro de enfermedad que le está limitando la comida”, indica la nutricionista especializada en niños, Clara Rojas.La negativa constante de un niño a alimentarse requiere de una consulta con un especialista de manera inmediata para no poner en riesgo su estado nutricional ni de salud.Consejo de San Rafael - Almendras para el colesterolConsumir tres raciones de 11 almendras al día puede ayudarle a reducir los niveles de colesterol en un 14%. Los frutos secos como las nueces, almendras, pistachos y avellanas tienen ácidos grasos buenos que ayudan a prevenir que se aumente el colesterol, por eso incluirlos en la dieta es una buena ayuda para mantenerlo a raya. Este es un consejo avalado por el Cardiólogo Gabriel Robledo Kaiser.


Fuente:

CM&La Noticia

25/05/09

¿Comen bien nuestros hijos?


Los 5 primeros años de vida, además de ser tiempo de crecimiento y desarrollo, constituyen una etapa esencial en la formación de hábitos alimentarios, por lo que son el momento ideal para educar al niño en la idea de que hay que comer de todo. Para ello, según recomiendan desde la asociación “5 al día”, es muy importante que lo vayan aprendiendo indirectamente, intentando que el niño no vea la comida como un premio o un castigo, sino como un momento del día importante para disfrutar y compartir con la familia.
Las estadísticas no dejan lugar a dudas, cada vez son más los niños que padecen problemas de obesidad en nuestro país. Las causas son claras: una mala alimentación y una falta de ejercicio físico. Prevenir esta enfermedad está en la mano de cada familia, que debe supervisar las dietas de los pequeños e intentar dar ejemplo, para que los niños vean que los padres cumplen sus propias recomendaciones. Una manera de mejorar su alimentación es variando la forma de cocinar los alimentos: los fritos deben ser sustituidos por asados, hervidos, guisados o productos a la plancha, y hay que potenciar el consumo de legumbres, de pescado y de frutas y hortalizas, tanto crudas como cocinadas. Cuando se consumen conjuntamente alimentos ricos en proteínas de origen vegetal como las legumbres con el arroz, la pasta, el pan, la patata o las verduras, las proteínas se complementan y aumentan su calidad. Otras recomendaciones pasan por organizar los horarios en el núcleo familiar compartiendo el mayor número posible de comidas con los hijos, lo que crea relaciones afectivas. Este efecto se incrementa si incluimos a los niños en la preparación de los alimentos, consiguiendo así que se sientan partícipes del proceso y los consuman con más entusiasmo. Ya desde el principio hay que iniciarles en la costumbre de desayunar de forma completa, incluyendo siempre fruta fresca (entera o en zumo), y relegar a un segundo plano de forma tajante los dulces, chucherías y refrescos. Del análisis de los hábitos alimentarios infantiles actuales se desprende que hay un escaso consumo de frutas enteras, aunque se consume una gran cantidad de zumos industriales. Desde casa y desde el comedor del colegio se debe insistir en que los niños consuman fruta natural. Además, se observa que los niños muestran una cierta reticencia a tomar hortalizas, especialmente verduras. No hay que ceder a este rechazo, sino seguir incorporando ensaladas y verduras de forma diaria, bien sea como platos principales o como guarnición de los pescados, carnes y huevos, siempre con el objetivo de estructurar hábitos alimentarios saludables. A esto hay que sumarle, por supuesto, el ejercicio físico. Si bien es cierto que a estas edades los niños son aún muy activos, es importante empezar a acostumbrarles a evitar el sedentarismo para que en el futuro no pierdan el hábito y eviten, en la mayoría de los posible, estar todo el día frente a la video consola o la televisión.


Fuente:

Mujerhoy.com

25/05/09



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¿Padres solteros?, el reto de cuidar solo a los hijos



Es un fenómeno sociocultural cada vez más frecuente debido a los divorcios y separaciones. Los hombres que deciden asumir el cuidado de sus hijos. Si tu pareja está en esta situación ayúdalo para que su tarea sea más fácil y puedan compartir más tiempo juntos.

Una nueva realidad se impone. Las familias monoparentales, que siempre se salieron de lo convencional o de lo que la sociedad estableció como tal, son cada vez más frecuentes. El concepto de madre soltera y el modelo familiar que implicaba es común desde hace tiempo, pero ¿y el de padre soltero?.Ahora descubrimos este fenómeno poco comprendido y minoritario. Hombres que consiguen la custodia de sus hijos tras un divorcio, o que quedan viudos, o a los que su ex mujer hace responsable de los niños, o incluso que deciden tener un hijo a pesar de no tener pareja. En Estados Unidos, por ejemplo, hace ya casi 9 años, los padres solteros eran según la oficina de censos de este país, 2,1 millones.Estos hombres, que siguen siendo un porcentaje mucho menor al de las madres solteras, deben enfrentarse por un lado a las dificultades siempre sujetas a criar a un niño, más al hecho de no compartir esta labor con nadie y, además, a una especie de prueba que les plantea la sociedad, que no espera o no cree que un hombre pueda realizar esta tarea satisfactoriamente.Esta realidad se ve en la calle y también en los juzgados. Son ya muchos los padres que piden la custodia compartida para poder disfrutar y cuidar de sus hijos a diario, y no sólo cuando lo estipula el régimen de visitas, pero desgraciadamente son pocos los que logran satisfacer sus reivindicaciones con este reconocimiento judicial. Tradicionalmente es cierto que las mujeres solían ser amas de casa y se dedicaban casi en exclusiva, y sin gran apoyo del marido, al cuidado de los hijos. Pero ahora las madres también trabajan mayoritariamente fuera de casa y ellos no siguen siempre el patrón de padre ausente y poco involucrado en la educación de los niños.Paciencia y mucha dedicaciónAceptar la responsabilidad total de los hijos no es tarea fácil, hay que conjugar muchas obligaciones, desde el trabajo fuera de casa, a preparar la comida, arreglar el hogar, lavar la ropa, ayudar a los niños en las tareas escolares. Es conveniente evitar las presiones sociales externas, pero sin caer en la soledad, se debe buscar ayuda.El tiempo corre en contra, parece que nunca es suficiente para cumplir con todo. Para ello es bueno mantener una rutina: establecer las horas de las comidas, actividades por la tardes, el tiempo que sus hijos deben dedicar al estudio.Estas situaciones también pueden ser difíciles para los niños, por eso es conveniente hablar con ellos, explicarles los cambios que se han producido en la familia, compartir los sentimientos y opiniones al respecto, pero sin transmitirles sus frustraciones.A pesar de la carga familiar y las múltiples obligaciones diarias, debe sacar tiempo para sí mismo, para estar con sus amigos y llevar a cabo aquellas actividades que le gustan. No por esta nueva situación debe abandonar el deporte, la lectura o cualquier otra afición que tuviese antes.Aunque esté estresado, si usted enfrenta la vida con optimismo el ambiente familiar será mucho más positivo. Mantener una buena relación con los hijos es fundamental, eso sí, sin caer en un compañerismo excesivo. Los roles deben estar claros, el padre es ante todo la autoridad, a quien se debe obedecer.No dude en pedir ayuda a su familia o a los amigos, ellos comprenderán sus necesidades y el hecho de que no le de tiempo a cumplir solo con tantas obligaciones. Búsquese alterativas para tener más tiempo, como que el padre de unos compañeros de sus hijos les lleve al colegio. Usted se merece un descanso. Destacamos-- Los hombres deben enfrentarse por un lado a criar a los hijos en solitario y por otro, a una especie de prueba que les plantea la sociedad, que no espera que un hombre pueda realizar esta tarea satisfactoriamente.-- Establecer una rutina y tratar con los hijos la nueva situación familiar son algunos de los consejos a seguir.-- Es conveniente pedir ayuda, porque el padre también necesita tiempo para sí mismo.


Fuente:

TV.Bus

25/05/09



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Como inculcar "limpieza y orden" en nuestros hijos



No tiene porque ser un pleito constante entre usted y sus niños para que ayuden en el hogar y sean limpios... Si cede un poco y negocia, tendrá excelentes resultados!

Muchos cuestionamientos surgen cuando de disciplina y adiestramiento de los hijos se trata; pero esto también se aplica respecto al trato personal y la guía que los padres dan a sus hijos en cuestiones de “Limpieza y Orden”. Sin embargo, en lo que a esto se refiere, hay otros factores que intervienen y muchos de ellos son cuestión de edad. Lo que tiene sentido cuando se educa a un niño que tiene dos años, puede no ser razonable ni aplicable cuando el niño tenga seis o nueve. Por ejemplo, el manejar a un chiquillo de nueve años cuya habitación es una verdadera cueva de ratones implica muchas cuestiones y razonamientos diferentes que cuando se trata de inducir a un pequeñín de dos años que se siente en la nica. Si bien con el de dos años es básico tratar de ceder hasta donde sea posible a sus necesidades emocionales, con el niño mayor, una vez logrado el adiestramiento higiénico, debe ser más estricto y no ceder tan fácil a sus pretextos. Ante todo, usted tiene que decidir cuál es su propósito en lo que a limpieza y orden se refiere. Si la falta de uno u otro no le molesta a usted en lo absoluto, entonces, como en la mayoría de las situaciones, lo mejor es que deje usted que el niño tome tantas decisiones y tenga tanta libertad de elección como le sea posible.
Si por otra parte, para usted es muy desagradable o le molesta la falta de orden o limpieza ya sea personal o en la habitación de su niño, debe hacerse obedecer y enseñarle a hacer las cosas como usted quiere. Tampoco en este caso debe usted racionalizar que lo está haciendo porque “la limpieza está muy cerca de la divinidad”, o porque es más moral y virtuoso ser limpio. Aclare que se trata de su preferencia personal o hasta de idiosincrasia a imponer su punto de vista.

Algunos padres que están en constante pleito con sus hijos porque su habitación está desordenada.

Ello se debe a que vacilan en expresar claramente su punto de vista y en aplicar su capacidad para hacerse obedecer; por ejemplo, mediante el recurso de retirar la asignación semanal o restringir los privilegios de que goza el niño.

Algunas personas pueden preguntarse: “¿Es que no tiene el niño derecho de tener su habitación como le gusta con tal que la puerta esté cerrada?” La respuesta es «sí»... PERO... siempre y cuando lo que ocurre tras esa puerta cerrada a usted no lo saque de quicio. Si usted trata de dejarles hacer lo que quieran en su habitación porque en cierta forma cree en “los derechos de los niños”, pero en realidad el desorden le molesta y es causa de que usted desarrolle resentimientos, acabará por desquitarse en sus hijos en detrimento de ellos.

Una actitud forzada o fingida de indulgencia por su parte sólo producirá confusión y es probable que aliente una constante batalla que puede pasar a otro campo, por eso es mejor para el niño que usted exprese francamente su desacuerdo en vez de andarse con hipocresías y con rodeos que tienen muchas más probabilidades de sembrar problemas neuróticos en el niño. Un niño puede rebelarse contra sus imperfecciones y falta de razón con tal de que usted no pretenda ocultarlas.

Las falsías y los fingimientos o ese afán de aparecer como perfectos, bondadosos totalmente comprensivos como padres, es mucho más destructor que una cruel franqueza. La idea consiste en ser reales, no en pretender ser una especie de arquetipo ideal de padres. Sea usted auténtico y no aquello que usted supone que debiera ser. No se desbarate en el afán de gustarles a sus hijos. No se preocupe por gustarles o ni. Haga lo que sea mejor para usted. En última instancia, es lo mejor para ellos porque ayudará a que usted los deje ir, a demostrarles que ellos y usted son personas diferentes.

Lo mismo se aplica a los baños, al cepillado de los dientes, al lavado del pelo, de las manos después de ir al baño, etc. De hecho ningunos de estos actos, excepto el cepillado de los dientes, tienen efectos importantes para la salud general y ciertamente nada tiene que ver con la moral. Los niños, al igual que las nenas deben ser informados y hasta obligados de ser necesario de que deben lavarse las manos después de orinar o defecar para impedir infecciones locales.

Algunas veces en los años anteriores a la adolescencia y durante ésta, sobre todo si los padres han sido muy compulsivos, con los chicos, éstos los volverán medio locos quedándose en el baño lo que parecen horas enteras.

Para concluir, recordemos que no sólo en lo referente a orden, limpieza y colaboración con los demás, sino que en todos los aspectos de la vida, el comportamiento de los hijos, ya sea cuando son niños, adolescentes o jóvenes, no es fortuito, sino que son el reflejo de las enseñanzas de los padres, y si desde pequeños les enseña que hay reglas que deben cumplirse, pero que ‘‘razonablemente también se puede ceder y negociar”, usted estará sembrando en ellos valiosas semillas de orden y comportamiento, y a la larga ellos cosecharan tales enseñanzas en su propio beneficio!


Fuente:

Elaviso.com

25/05/09



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Mantén hidratados a tus hijos


En esta época, son comunes los aumentos de trastornos como el famoso "golpe de calor" o insolación y la deshidratación. Es por eso que deben seguirse una serie de recomendaciones para ahuyentarlas y poner mayor cuidado en los niños, pues ellos son los más propensos a padecerlas.
"El organismo de un menor es mucho más susceptible a las deshidrataciones que el de un adulto debido a que presentan muy seguido diarreas y vómitos en los que pierden gran cantidad de líquidos y en las estaciones calurosas éstas incrementan", comentó el pediatra y neonatólogo, presidente del Comité Académico del Colegio de Pediatría del DF, Javier Sánchez Nava.
Para prevenir este padecimiento hay que ingerir agua de forma constante y adecuada, llevar una alimentación a base de productos hidratantes y evitar el contacto directo con los rayos del sol.
¡ALERTA! Para saber si un niño presenta deshidratación primero es importante destacar que existen tres niveles:
Leve: se detecta porque los pequeños tienen mucha sed, orinan poco y la pipí es de color amarillo fuerte y huele mal; además pueden presentar náuseas, vómito y diarrea.
En este caso es importante comenzar a hidratar al pequeño, haciendo que beba un vaso de 200 mililitros de líquido cada media hora, aproximadamente.
Moderada: el niño, además de los anteriores síntomas presenta calambres musculares, sudoración excesiva, sus ojos están hundidos y la mucosa oral está seca, presenta dificultad para respirar, problemas de circulación y pérdida de peso en cinco por ciento.
Es importante estar alerta a los síntomas, pues si las cosas se complican puede pasarse inmediatamente al siguiente nivel, lo que agravaría la situación. Lo mejor es darle generosas cantidades de soluciones hidrolíticas o "sueros" que se pueden encontrar en cualquier farmacia, pero también es indispensable acudir al médico.
Severa: los principales síntomas son convulsiones, fiebre, manos y pies morados, insuficiencia renal, excesiva pérdida de peso e incluso paros respiratorios que podrían provocar la muerte.
Por ello es mejor que en cuanto se detecte algunos de los síntomas de la primera y segunda etapa, se vaya inmediatamente con un especialista.
Para que tu hijo no presente deshidratación sigue al pie de la letra los siguientes tips.
SUFICIENTE LÍQUIDO Los niños deben beber mínimo de cinco a siete vasos de agua -de preferencia natural- diariamente. Aunque esto puede variar dependiendo el peso del pequeño, por lo que se recomienda calcular ingerir 100 mililitros por kilo.
Pero en el caso de que realice alguna actividad física, la cantidad de líquido debe aumentar, ya que por la sudoración se pierden electrolitos, sales y sodio que descompensan al organismo.
"Obviamente es mejor beber agua simple pero en el caso de que a los niños no les guste, se les puede dar de frutas naturales o jugos que deben consumirse de inmediato, pues después de 20 minutos de que se hacen pierden sus propiedades", agregó el experto.
Las bebidas gaseosas no son buenas para la salud debido a los altos contenidos de azúcares, que pueden provocar obesidad y problemas renales. Respecto a las bebidas energéticas, es mejor que no las consuman tan seguido pues existe la posibilidad de desarrollar una intoxicación hidroelectrolítica (trastorno que se manifiesta con convulsiones y desmayos).
"Las madres deben saber que es mentira que estas bebidas hidratantes, como se conocen en el mercado, nutren a los menores y por eso deben consumirlas diariamente. No está mal que las beban de vez en cuando, por ejemplo, después de una rutina fuerte de ejercicio, pero en exceso podría causarles serios problemas", dice Sánchez.
FRESCA ALIMENTACIÓN La mejor dieta para el calor es aquélla que mantiene al organismo del pequeño hidratado, limpio y nutrido.
"Al sudar se eliminan vitaminas y minerales que tienen que ser reemplazadas por alimentos ligeros de poco volumen como frutas y verduras", puntualizó nuestro entrevistado.
Las ensaladas con verduras crudas son la mejor opción, también los alimentos líquidos como las sopas y los caldos.
De preferencia se deben ingerir frutas jugosas como la sandía, el melón, la naranja, la mandarina, la toronja y la piña, y evitar las secas como el plátano y la manzana.
Las verduras más benéficas son el chayote, la jícama y la lechuga. Durante la comida deben beberse de dos a tres vasos de agua.
LEJOS DEL SOL "De acuerdo con la Academia Mexicana de Dermatología, de diez de la mañana a tres de la tarde el sol cae más directo en la Tierra, por ello es preferible que en este lapso se mantenga a los menores en espacios cerrados y ventilados", aconseja Sánchez.
En el caso de que tengan que realizar alguna actividad física al aire libre dentro de este horario, es mejor moverla más tarde.
De no hacerlo, las consecuencias pueden ir desde la deshidratación de primer grado hasta un golpe de calor que trae consigo vómitos, mareos y convulsiones y la posibilidad de desarrollar cáncer de piel.


Fuente:

El Siglo de Torreón

25/05/09



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¡Cuide a sus hijos del bullying!


Además de todos los riesgos a los que se enfrentan nuestros hijos, ahora existe un nuevo fenómeno social que los ronda. ¡Oriéntelos! Usted tiene la llave en su educación.

Por Irisdea Aguayo
Además de todos los riesgos a los que se enfrentan nuestros hijos, ahora existe un nuevo fenómeno social que los ronda. ¡Oriéntelos! Usted tiene la llave en su educación.
Si su hijo es un niño tímido, poco sociable, pero también se muestra agresivo con sus padres o maestros puede estar sufriendo el acoso de sus compañeros, o bullying.
Platique con él si empieza a poner pretextos y diversos argumentos para no asistir a clases, ni participar en actividades de la escuela, y si presenta un bajo rendimiento escolar.
Otra situación que debe analizarse es si su hijo pierde bienes materiales sin justificación o dinero, regularmente es para cubrir chantajes del agresor.
La más clara evidencia son los moretones o agresiones evidentes en la cara y el cuerpo.
El bullying esta presente en casi cualquier lugar, no es exclusivo de algún sector de la sociedad o al sexo, aunque en el perfil del agresor sí se aprecia predominancia en los varones. Tampoco existen diferencias en lo que respecta a las víctimas.
El agresor acosa a la víctima cuando esta solo, en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el patio. Por esta razón los maestros muchas veces ni por enterados están.
Sin embargo no se trata de un simple empujón o comentario, se trata de una situación que si no se detiene a tiempo puede provocar severos daños emocionales a la víctima.
Pero también en nuestra familia se pueden tener actitudes agresivas contra los niños y los jóvenes, el niño que vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades o por el contrario que sea sumamente mimado puede ser un agresor en la escuela.
Tanto el agresor como la víctima pueden convertirse posteriormente en delincuentes, la persona se siente frustrada porque se le dificulta la convivencia con los demás niños, cree que ningún esfuerzo que realice vale la pena para crear relaciones positivas con sus compañeros.
Lo más grave para algunos jóvenes es considerar el suicidio o el homicidio como la salida para evitar soportar esa situación.
Usted puede ayudarlos, platique con ellos, déles confianza para que se expresen. Una de las recomendaciones de especialistas es reforzar al joven para que enfrente a su agresor, que aprenda a defenderse para que cuando no haya papá, mamá o maestros, sepa cómo proteger su vida.
Acuda con un especialista, actualmente hay organizaciones que apoyan a padres y maestros sobre el bullying, aquí en Sonora.
Gracias y por favor ¡sonría! y no olvide lavarse las manos.


Fuente:

Ehui.com

25/05/09



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