miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Existe la rivalidad entre hermanos?


El tema de la rivalidad entre hermanos ha sido estudiado consistentemente por profesionales en la psicología. El primer caso recordado por muchos es el de Caín y Abel.
La mayoría de los hermanos en algún momento han sentido que otros en el núcleo familiar han recibido más atención, afecto y simpatía que ellos. En ocasiones ellos lo han percibido así, aunque ésa no haya sido la intención de los padres. La diversidad de percepciones genera la controversia.
¿Existe realmente la rivalidad entre hermanos? Definitivamente que sí. El grado varía de poca, moderada a mucha. Obviamente para que exista rivalidad debe haber por lo menos dos hermanos
o más.
Las quejas más comunes suelen ser: Tú quieres más a mi hermano que a mí, ustedes la complacen más a ella que a mí, a mi hermana siempre le perdonan todo y a mí no me dejan pasar ni una cosita, a él siempre le compran todo lo que quiere y a mí siempre me dicen que no.
Al nuestros hijos presentarnos estas quejas es vital que los padres las evaluemos objetivamente y decidamos si son válidas. Es posible que en ocasiones seamos responsables de acciones no conscientes de favoritismo hacia uno de nuestros hijos que pueden conllevar serias repercusiones en la dinámica familiar.
Para contrarrestar esta posibilidad y los sentimientos de rivalidad es recomendable dedicarle a cada hijo la misma cantidad de atención y amor. Les sugiero escoger un día a la semana, o al mes, en donde cada padre tendrá una cita con cada hijo para hacer actividades juntos. La meta será fortalecer un vínculo especial con cada uno de sus hijos. Dependiendo de sus horarios la cita puede ser de 30 minutos a varias horas. Durante ese tiempo toda su atención será para su hijo. No se contestará el teléfono, a menos que sea una emergencia, no se estará mirando la televisión, a menos que la actividad sea ver un partido juntos, no se trabajará. En fin que lo deseado es que su hijo realmente sienta que en ese tiempo él es la persona más importante para usted.
La segunda meta será pasarlo bien. Escoja una actividad que su hijo disfrute. Y que esté relacionada con las habilidades, edad, pasatiempos y preferencias de cada uno.
Al principio puede ser un desafío para los papás e hijos encontrar, participar y disfrutar de estas actividades. El diálogo y la mente abierta serán requisitos indispensables para la planificación y el éxito de esta iniciativa.
La investigación señala que consistentemente los niños y adolescentes mencionan el tiempo pasado con los papás haciendo diferentes cosas como la actividad preferida por todos ellos.
Ya sé que los adultos tenemos horarios complicados y muy ocupados. Sin embargo ésta no puede ser una excusa para perder la oportunidad de unirse y vincularse con sus hijos. Si decidieron traerlos a este mundo, tienen que encontrar el tiempo para comunicarles lo importante que son para ustedes, de forma que ellos se sientan queridos y deseados. ¡Exito!•
mfa82003@yahoo.com


Fuente:

News Mcclatchy.com

27/05/09



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