lunes, 25 de mayo de 2009

Cómo lograr una lactancia exitosa



La lactancia materna es el mejor regalo que puede darle a su bebé, pues además de aportarle los nutrientes y anticuerpos que lo mantendrán sano, se generará fuerte lazo afectivo. Este proceso requiere paciencia y dedicación, ¿cómo lograrlo?

Cuando tenemos un bebé y decidimos alimentarlo al seno materno nos enfrentamos a gran cantidad de falsas creencias que pueden obstaculizar este maravilloso periodo. Es por ello que consultamos a expertas en el tema, quienes además de poseer amplios conocimientos teóricos han tenido la experiencia de amamantar a sus hijos y ayudar a otras mujeres a lograr que su lactancia sea exitosa.Beneficios“Amamantar al bebé está pasado de moda”, “darle únicamente leche materna durante los seis meses ya no se usa” o “las fórmulas es lo último en alimentación”, son frases que con frecuencia se escuchan. Nada más falso; tan sólo consideremos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y la continuación de la misma —con introducción gradual de alimentos sólidos— hasta el segundo año de vida. Ello se debe a que le brinda al bebé todos los nutrientes que necesita y le aporta protección contra infecciones en oído y vías respiratorias, problemas gastrointestinales y alergias.De acuerdo a la ginecobstetra Olivia Piña Ballesteros, colaboradora de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (Mexfam), “la leche materna, por ser específica para el ser humano, es más fácil de digerir que las fórmulas en polvo, amén de que se trata de fluido vivo que cambia para cubrir las necesidades del niño conforme crece y se desarrolla”.Otra de las ventajas de la lactancia, es que “ayuda al niño a tener óptimo desarrollo maxilofacial, pues cuando extrae la leche del pecho utiliza más músculos faciales que con el biberón. Por lo que a la mamá respecta, su cuerpo produce la hormona oxitocina, la cual favorece que el útero recupere su tamaño original y, como todo este proceso implica un gasto calórico, permite bajar de peso”, refiere Graciela Hess Carrillo, consultora internacional certificada en Lactancia Materna.Posiciones para lactarEl primer paso para lograr una lactancia exitosa es amamantar al bebé en posición correcta. De acuerdo con las entrevistadas, los pasos a seguir son:
La criatura debe estar frente a usted, por lo que su oreja, hombro y cadera deben formar línea recta; la cabeza se apoya en su antebrazo y con la mano se le sostiene la espalda.
Tome su seno formando una letra “C”, es decir, coloque su dedo pulgar en la parte superior del seno y los demás dedos en la inferior. Toque con el pezón el labio superior del bebé y cuando abra la boca muy grande introduzca el pecho, procurando que tome el pezón y cubra la mayor parte de la areola.
Vigile que los labios del pequeño estén bien abiertos (como “pececito”); en caso contrario acomódelos con su dedo meñique para que no cause irritación.
La lengua del bebé deberá encontrarse debajo del pezón.
Una vez que se vacíe el seno, introduzca su dedo meñique en la boca del niño para que libere el pezón y así pueda ofrecerle el otro seno sin que le lastime. En cuanto a las posiciones, las más comunes que puede practicar incluyen:Acunando al bebé. Siéntese y mantenga al infante en su regazo, de preferencia con una almohada bajo su cuerpo para acercarlo más al pecho. Colóquelo sobre su brazo, y con la mano de esta misma extremidad sostenga su espalda; recuerde que el rostro del niño debe quedar exactamente frente al seno.Acostada de lado. El cuerpo del chiquillo debe estar frente al suyo; ofrézcale el pecho del lado que esté acostada.Balón de fútbol. Con un brazo cargue al bebé de tal manera que el cuerpo de él quede debajo de su axila y abdomen pegado a sus costillas, sosteniendo la cabeza con la mano de este mismo lado; los pies deben estar hacia atrás.“Cabe destacar que debido a que la leche materna se digiere muy rápido es muy importante que alimente al niño a libre demanda; la única regla es que el periodo entre una toma y otra no exceda tres horas”, recomienda la Dra. Piña Ballesteros.Graciela Hess aconseja que “cuando alimente al infante deje que vacíe el primer pecho antes de ofrecerle el otro, ya que al principio ingiere una leche con mayor cantidad de agua y lactosa que le sirve para saciar su sed, y después obtiene otra más rica en grasas que le hace ganar peso”.Congestión mamariaLa producción de leche en los primeros 2 ó 3 días después del parto es controlada por las hormonas, pero después el mando lo toma la succión del bebé. Lo anterior incrementa el volumen de la leche y, por tanto, causa congestión mamaria, lo cual puede tornarse problemático si genera dolor.“Sin embargo, es posible aliviarlo al amamantar al niño con mayor frecuencia. Previamente, puede poner sobre los senos paños calientes para que se abran los conductos y la salida de la leche sea mayor. Asimismo, tras alimentar a su hijo es recomendable colocar en las mamas hojas de col (previamente lavadas, desinfectadas y refrigeradas)”, aconseja Graciela Hess, líder de la Liga de la Leche.Problemas en pezonesAlgunas mujeres tienen los pezones levemente invertidos, y en estos casos el bebé puede traerlos hacia fuera mediante la succión normal; no obstante, hay quienes presentan el problema en forma severa. En estos casos conviene poner al bebé al pecho inmediatamente después del parto, dejando que lo busque por sí solo; es muy probable que tome el seno abriendo mucho su boquita para incluir pezón y areola.Lo anterior se debe a que los senos están blandos todavía, y si se alimenta al bebé con frecuencia ya estarán formados cuando baje la leche al cabo de 2 a 3 días y no se presentarán problemas. Además, un bebé sano es capaz de adaptarse a cualquier tipo de pezón, siempre y cuando la madre sea asesorada por expertas.“Una intervención efectiva para tratar los pezones invertidos es estimular y procurar formar el pezón justo antes de amamantar, para ello puede recurrir a la bomba extractora o tiraleche. Durante el embarazo, también es recomendable usar brassieres cuyas copas tengan pequeños orificios justo a la altura de los pezones, lo que permitirá que a lo largo de la gestación sobresalgan sin necesidad de estimularlos”, refiere la Dra. Piña Ballesteros.Grietas, ¿qué hacer?Puede prevenir este problema al procurar que el bebé no succione solamente el pezón, sino que cubra con su boca parte de la areola; asimismo, es necesario que mientras lo alimente se asegure de que sus labios no estén doblados y que su lengua se ubique debajo del seno.“Las grietas también se presentan cuando se asean los senos con alcohol o jabón, lo cual es innecesario porque alrededor del pezón y areola brotan especie de microgranitos conocidos como glándulas de Montgomery, los cuales segregan sustancia que lubrica la piel y la mantiene limpia. Lo único que se recomienda es el lavado con agua durante el baño y, cuando el bebé acaba de comer, untarse leche en todo el pezón y areola, dejando secar al aire”, advierte Graciela Hess.Ahora bien, si no pudo prevenir la aparición de grietas, no se preocupe; lo primero que debe hacer es corregir la forma en que el bebé se afianza al seno. Pero si siente mucho dolor, puede envolver un hielo en una gasa estéril y colocarlo en el pezón antes de amamantar; esto adormecerá la lesión y podrá alimentar al niño sin tantas molestias. Para regenerar la piel resulta benéfico asolear los senos varias veces al día en periodos de 2 a 3 minutos.Trabajo y lactanciaSi estamos amamantando a nuestro hijo y debemos regresar a trabajar, es común pensar que la única solución que existe es destetarlo. No obstante, Graciela Hess y la Dra. Piña Ballesteros indican que con un poco de esfuerzo se puede continuar la lactancia:
Las semanas posteriores al parto, dedíquelas a recuperarse y establecer la lactancia.
A partir de la tercera semana practique la extracción de la leche, la cual puedes guardar en el congelador para usarla después.
Evalúe la forma en que extraerá la leche, ya que se puede hacer en forma manual o con algún tiraleche. Si decide utilizar este último, antes de adquirirlo cerciórese de que pueda simular el patrón que sigue el bebé: que sea capaz de succionar el pecho y soltarlo cada 2 ó 3 segundos.
Enséñele a su hijo a tomar la leche con una cucharita, vaso pequeño, gotero o jeringa sin aguja, de preferencia que lo haga la persona que lo cuidará en su ausencia.
Amamante a la criatura antes de irse a trabajar y cuando llegue a casa.
En el trabajo, extraiga la leche al menos cada tres horas. De acuerdo a la Ley Federal del trabajo, en el artículo 170, la madre tiene derecho a dos reposos de media hora.
Almacene la leche en lugar fresco para que se la den al infante al día siguiente. Sólo habrá que entibiarla a “baño María”. La leche materna que extraiga puede ser almacenada por diferentes periodos de acuerdo al lugar donde se guarde:
Temperatura ambiente (19 a 22º C), 10 horas.
Temperatura ambiente ligeramente cálida (25º C), 4 a 6 horas.
Refrigerada (0 a 4º C), 8 días.
Congelador dentro del refrigerador, 15 días.
Congelador con puerta independiente, 3 a 4 meses. Por último, Graciela Hess sugiere a las mujeres realizar por lo menos tres comidas balanceadas y dos tentempiés al día, las cuales deberán incluir los distintos grupos de alimentos: carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales. A su vez, la Dra. Piña Ballesteros recomienda que ignore las creencias de que el pulque, atole y cerveza estimulan la producción de leche, pues su consumo sólo incrementará su peso corporal. Si desea contactar a alguna líder de La Liga de la Leche para resolver sus dudas e inquietudes, consulte la siguiente dirección electrónica: www.lalecheleague.org.Fuente: Saludymedicinas.com

Fuente:

INFO7.com

25 de Mayo de 2009



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