martes, 27 de octubre de 2009

Por qué papá es un ídolo


"Papá sabe", "Mi papá es el mejor", "Si papá lo dice"... Estas y muchas otras frases se escuchan en niños con frecuencia y preocupa sobre todo a las mamás, a los padres por el contrario suele llenarlos de orgullo.
Antes de la rebeldía
Un ídolo es un personaje necesario en el desarrollo de un niño porque es un modelo y siente que lo protege, tiene fuerza y hace todo bien. Cuando un niño se identifica con una figura masculina comienza a pertenecer a ese grupo. Papá es su primer ídolo, luego vendrán otros. A no desesperar las madres: son sólo etapas.Pero lo cierto es que en la infancia y hasta la adolescencia la figura del padre se agranda y toma una dimensión especial, luego en la juventud la rebeldía hace que se corte con todo esa idealización y los hijos vivan discutiendo todo a ambos padres pero sobre todo al padre que suele ser 'la autoridad' o representarla.El niño se identifica con su padre, lo idealiza y lo imita, es el padre ideal, el que todo lo sabe y hace las cosas mejor.En esta relación el niño busca un modelo para ser como él y copia sus maneras de hablar y de moverse, cuando ya es más grande comienza a defender las ideas del padre hasta que adolescente las discute.Los hijos varones usan esta imagen para crecer y ser ellos varones, puede ser el papá pero con frecuencia el rol lo cumple otro varón, un tío, un abuelo o la nueva pareja de mamá si es que el papá no cubre ese espacio con visitas frecuentes y trato con el niño. Esto no es un problema para el niño si la familia lo maneja como algo natural y no con críticas y comentarios sobre abandono y falta de afecto.Hay un momento en que el padre deja de ser el ídolo de la infancia, el que todo lo sabe y todo lo resuelve y se convierte en alguien que se equivoca en todo y no entiende nada de lo que pasa en el mundo de su hijo. Sus creencias son de siglos atrás, será alguien con quien no se puede hablar porque su ideas pasadas de moda impiden un diálogo sobre cualquier tema. No en todos los casos se da con esta gravedad pero en algunos casos se lo ignora, es como si no existiera, hasta que los años y el crecimiento hacen que el hijo vea quien es su padre y comparta con él cada vez más. Evaluar a los padres como son no es tarea fácil pero la cosa se compone con los años y cada vez se los ve con más comprensión. Hay que tener paciencia mientras se acompaña a los hijos en la ardua tarea de crecer y que vean que el papá nos es el ídolo perfecto que soñaron en su infancia pero tampoco el que no sabe nada y no puede entender qué le pasa a su joven hijo. También fue joven y también vivió esa sensación. Padres: no pierdan la memoria.



Fuente:

Univision.com

27/10/09



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