lunes, 27 de julio de 2009

Cómo hacer de los hijos niños sociables


Todos los días, a la misma pregunta, la misma respuesta: "¿Con quién jugaste hoy en el colegio?". "Jugué sola, mamá". Colomba tiene seis años y casi no tiene amigas. Su hermano, en cambio, conoce a todos los niños de la plaza y del colegio. ¿Por qué para algunos es tan sencillo sociabilizar y para otros pareciera ir en contra de su naturaleza? Por un factor biológico: "Tienen un temperamento inhibido o de adaptación lenta", dicen los especialistas.De acuerdo con las investigaciones, algunos niños nacen con una personalidad introvertida y de pocas habilidades sociales, y a eso se suma un temperamento tímido y vergonzoso, con cierto grado de inseguridad y temor frente a sus pares. "Son niños completamente normales, pero que tienen una falta de voluntad para relacionarse con los demás", comenta la neuróloga infantil Perla David. Este rasgo de la personalidad se puede detectar en el período preescolar y se puede revertir sin problemas si el niño crece en un ambiente sociable. Según los expertos, a los siete años es la edad límite para modificar esta conducta, después se puede, pero es más difícil.El ambiente influyeCualquier persona puede nacer con un temperamento más inhibido, pero su desarrollo dependerá directamente del ambiente en el que crezca. En este aspecto, la familia tiene un rol fundamental. Las parejas que interactúan con sus amigos o participan de clubes deportivos y comunitarios influyen en sus hijos, haciéndolos más sociables. "Los niños aprenden en un 90% por el modelo. En esos términos, los padres deben actuar siendo sociables", dice David.Pero así como el ejemplo de los padres tiene efectos positivos, existen conductas de ellos que pueden retrasar el desarrollo social de los niños. Los expertos coinciden en que los hijos de padres aprensivos tienden a mostrarse inseguros en las relaciones con sus pares. "Tú ves a esas mamás que no dejan a sus hijos subirse a los juegos o que están siempre detrás. Eso les genera a los niños inseguridad, porque se les transmite la idea de que son frágiles e incapaces de desenvolverse solos en el entorno", explica la sicóloga infanto-juvenil, Astrid Martin. Además de los padres, los hermanos cumplen un rol fundamental: los primeros intentos de socialización ocurre entre los hermanos y si a un retraído le toca un hermano "más invasivo y agresivo", puede perjudicar su desarrollo social, dice Martin. ¿Cómo prevenirlo?De lo anterior, la importancia de que los padres sepan leer bien las señales. Para detectar este tipo de problema, los especialistas recomiendan que exista comunicación fluida entre los padres y el colegio. "Los profesores son los primeros en darse cuenta si el niño tiene problemas para sociabilizar", explica Martin. Otra de las fórmulas, dice el sicólogo infanto-juvenil Ladislao Lira, es preguntarles con quién jugaron, pero "con nombre y apellido. Si nunca habla de sus amigos, es posible que se deba a que no los tiene", dice. Una vez detectado el problema, según los especialistas, la mejor solución es que haya un aprendizaje con los mismos hermanos. En este aspecto, los padres no deben intervenir cuando se produce un conflicto entre ellos, ya que se desperdician las oportunidades de aprender estrategias de negociación o de llegar a un acuerdo bajo un ambiente protegido, como lo es la casa.Cuando los niños entran al colegio, lo ideal es que una vez a la semana invite un amigo a la casa. "Nunca hay que convidar a dos amigos a la vez, porque él tiene que aprender a sociabilizar con uno primero. Además, corre el riesgo de quedarse aparte", comenta Martín. Los talleres o actividades extra programáticas también lo ayudan a sociabilizar, sobre todo porque son guiadas por un monitor, lo que puede garantizar que lo van a pasar bien con reglas estructuradas.


Fuente:

La Tercera.com

27/07/09



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