La infancia constituye una etapa decisiva en el desarrollo de la capacidad lingüística de una persona y la lectura es uno de los pilares más importantes. Según el Departamento de Educación de Estados Unidos diversos estudios indican que muchas de las deficiencias en lectura que enfrentan los adolescentes y adultos, podrían haberse prevenido si hubieran recibido el estímulo adecuado a edad temprana.Por ello, los expertos instan a iniciar el proceso antes de que los niños cumplan los dos años, cantándoles, leyendo y hablándoles constantemente. Para despertar el interés de los más pequeños aconsejan elegir libros con abundantes imágenes y colores que narren historias sencillas.Leer por períodos cortos cada día, es una de las mejores formas de iniciar una rutina de lectura que "crezca" con el niño, aseguran. Evitar convertir el tiempo de lectura en algo rígido o una "obligación" y en su lugar ser flexible con el horario es la mejor opción.
También aconsejan no "limitarse" a los recursos que se tengan en casa y acudir a las bibliotecas públicas en busca de mayor variedad de libros para alentar a los menores a experimentar distintas opciones. Asimismo, elegir libros con los que los menores puedan identificarse, como los que narran viajes familiares o experiencias conocidas para el menor, que pueden ayudar a despertar el interés por la lectura en el pequeño y contribuir a ampliar su vocabulario.
Conforme el niño crece es necesario buscar libros que ayuden a desarrollar y estimular la capacidad de aprendizaje, advierten los expertos.
Enseñarles las letras del abecedario y las palabras más sencillas o familiares en los libros es una de las formas en las que se puede ayudar a un menor a empezar a familiarizarse con la lectura.
Leer los letreros y carteles desplegados en la carretera y ayudar al menor a escribir su nombre con crayolas o letras magnéticas es otra de las maneras de ayudar a los niños de tres o cuatro años a leer, según el Departamento de Educación.
Leer libros con rimas, al igual que canciones y juegos, puede ayudar a los niños a mejorar su capacidad de lectura, aseguran.
Una vez que los pequeños van a ingresar a al primer grado de escuela, entre los 5 y 6 años, es importante ayudarles a empezar a leer y escribir con actividades sencillas.
Leer juntos en voz alta la sección infantil del periódico, pedirle ayuda para leer recetas o instarle a crear y escribir sus propias historias, son algunas de las actividades que se pueden llevar a cabo para ayudarle a aprender a leer.
Una vez que el menor empiece a leer, es necesario darle libros adecuados para su nivel, y dedicar un momento en el día para que disfrute de la lectura, aconsejan.
El ejemplo es una de las mejores maneras de enseñar, por lo que las autoridades recomiendan a los padres leer delante de sus hijos para incentivarlos a seguir sus pasos.
También aconsejan no "limitarse" a los recursos que se tengan en casa y acudir a las bibliotecas públicas en busca de mayor variedad de libros para alentar a los menores a experimentar distintas opciones. Asimismo, elegir libros con los que los menores puedan identificarse, como los que narran viajes familiares o experiencias conocidas para el menor, que pueden ayudar a despertar el interés por la lectura en el pequeño y contribuir a ampliar su vocabulario.
Conforme el niño crece es necesario buscar libros que ayuden a desarrollar y estimular la capacidad de aprendizaje, advierten los expertos.
Enseñarles las letras del abecedario y las palabras más sencillas o familiares en los libros es una de las formas en las que se puede ayudar a un menor a empezar a familiarizarse con la lectura.
Leer los letreros y carteles desplegados en la carretera y ayudar al menor a escribir su nombre con crayolas o letras magnéticas es otra de las maneras de ayudar a los niños de tres o cuatro años a leer, según el Departamento de Educación.
Leer libros con rimas, al igual que canciones y juegos, puede ayudar a los niños a mejorar su capacidad de lectura, aseguran.
Una vez que los pequeños van a ingresar a al primer grado de escuela, entre los 5 y 6 años, es importante ayudarles a empezar a leer y escribir con actividades sencillas.
Leer juntos en voz alta la sección infantil del periódico, pedirle ayuda para leer recetas o instarle a crear y escribir sus propias historias, son algunas de las actividades que se pueden llevar a cabo para ayudarle a aprender a leer.
Una vez que el menor empiece a leer, es necesario darle libros adecuados para su nivel, y dedicar un momento en el día para que disfrute de la lectura, aconsejan.
El ejemplo es una de las mejores maneras de enseñar, por lo que las autoridades recomiendan a los padres leer delante de sus hijos para incentivarlos a seguir sus pasos.
Fuente:
Nueva Prensa de Guayana
22/07/09
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