miércoles, 15 de julio de 2009

Evita que tus hijos sufran bullying


Ciudad de México (México). Para algunas personas podrá resultar nuevo y desconocido el termino “bullying”, el cual parece estar de moda y nos hace pensar que se trata de un fenómeno nuevo. Sin embargo, es algo que existe desde siempre, la diferencia es que ya se ha logrado estudiar e informar a la gente de los efectos que tiene en la vida de un niño la violencia o el acoso escolar. Chicos y grandes hemos sido testigos de este fenómeno; algunos habrán sufrido las consecuencias, otros habrán aprendido a defenderse y muchos otros pensarán: “es algo normal, sucede en todas las escuelas desde que yo era niño”. Esto es correcto, pero no por eso se convierte en algo normal, esperado o en algo que, como sociedad, debamos permitir. Es importante que los adultos (padres, maestros, familiares) podamos detectar en qué momento algún tipo de violencia se está gestando entre niños o jóvenes, con el fin de ayudarlos a frenarla y así evitar profundas consecuencias en su vida social, emocional y psíquica.Nos referimos a acoso escolar cuando un niño o joven agrede, de manera recurrente e intencional, a otro, quien, generalmente, tiene una gran dificultad para defenderse. En este tipo de situaciones, no sólo entran en juego el agresor y el agredido, sino que también se encuentran los observadores de tal agresión, quienes suelen jugar un papel pasivo: ni defienden, ni agreden. Entre niños y jóvenes existen muchas formas de agresión o violencia; a continuación están algunas de las más comunes hoy en día: • Cualquier tipo de acción que lastime físicamente a otra persona • Propagar rumores falsos sobre una persona. • Dejar a ciertas personas fuera del “grupito de amigos”.• Molestar de forma cruel a otras personas, con burlas o comentarios hirientes. • Ignorar o “aplicar la ley del hielo”. Cabe mencionar que hoy en día la tecnología también ha jugado un papel importante en este fenómeno, ya que existe el acoso electrónico o la violencia “on line”, donde a través de Internet o mensajes telefónicos se provoca una agresión: • Mandando mensajes hirientes por mail o por teléfono.• Propagando fotografías desagradables e incluso falsas. • Utilizando el nombre de otra persona para lanzar rumores vía Internet. Éstas son sólo algunas de las formas a través de los cuales niños y jóvenes se agreden entre sí.


Existe una frase conocida y aceptada socialmente: “Los niños son muy crueles”. Pero, ¿por qué algunos niños agreden a otros, molestándolos y lastimándolos? Existen muchos motivos: porque ven que otros lo hacen, porque les hace sentir más fuertes, más inteligentes o, simplemente, mejores. Aunque también puede ocurrir que éste sea el mecanismo que eligen para evitar que ellos sean los agredidos. Igualmente, es importante mencionar que lo que observan y aprenden en casa será también determinante; si viven agresión y violencia en el hogar, probablemente lo actúen, sin lograr defenderse o agrediendo a otros. Los niños que son agredidos también presentan una gran dificultad para defenderse, y esto es muy importante que lo podamos detectar a tiempo, ya que en este tipo de situaciones se reflejan conflictos más profundos como una baja autoestima, inseguridad, sentimientos de tristeza, etc. Los efectos que tiene el acoso escolar son impactantes: Los jóvenes o niños que agreden son más propensos a dejar la escuela en algún momento y a continuar con conductas destructivas o autodestructivas a lo largo de su vida como el uso de las drogas y el alcohol, o meterse en conflictos con la autoridad. Los niños y jóvenes que son agredidos o han sido agredidos, tendrán una gran dificultad para formar una identidad estable y segura. Tienden a la depresión e inseguridad, lo que les provoca sentimientos de angustia y aislamiento. Al mismo tiempo, en la etapa escolar, esto se ve reflejado en presentar dificultad en el aprendizaje, debido a la ansiedad que despierta la agresión de la que están siendo víctimas. Los adultos que se encuentran alrededor de los niños son los encargados de apoyar y detectar si está ocurriendo este fenómeno. Tomando en cuenta que NO es algo normal, NO se debe permitir que solos arreglen el problema. Es importante guiarlos y acompañarlos, enseñarles valores como la empatía y el respeto, así como la importancia de poder defenderse y cómo hacerlo. Si el niño cuenta con alguna figura adulta, cercana, constante y cariñosa, tendrá la oportunidad de acercarse y decirle lo que le está sucediendo. La reacción del adulto deberá ser de comprensión y de ayuda, con el fin de “tomar cartas en el asunto” y actuar en consecuencia para frenar la agresión y al agresor.Dentro de la escuela y la sociedad, es importante que otros niños estén sensibilizados respecto al fenómeno bullying, ya que los observadores pueden jugar un papel fundamental; son ellos quienes podrían denunciar que alguien que no ha logrado defenderse o hablar de lo que le pasa, es víctima de acoso escolar. Los observadores pueden acompañar al que está siendo lastimado y defenderlo de alguna forma. Dejemos de permitir la violencia entre niños. Cabe señalar que hay crueldad y agresión porque la observan todos los días en los medios de comunicación y, en algunos casos, también en casa entre los adultos. Seamos conscientes de lo que estamos transmitiendo a los niños y jóvenes. Es importante detectar y ayudar a los niños agresores y a las víctimas de este fenómeno creado y, muchas veces, permitido por todos. Detener el acoso escolar será uno de los pasos para detener la violencia en la sociedad. No olvidemos que si como adultos no estamos siendo capaces de ayudar y manejar la violencia entre niños y jóvenes, acudir a un profesional es la mejor opción. Cuando el niño agredido está profundamente lastimado o el agresor no puede evitar actuar de esa manera, es de suma importancia buscar ayuda profesional a nivel psicológico y emocional, de tal forma que el niño o adolescente logre superar y no repetir su historia de acoso y violencia.Con información de Sociedad Psicoanalítica de México


Fuente:

Terra.com

15/07/09



No olvides visitar




No hay comentarios:

Publicar un comentario