¿Te preguntas a diario por qué tu hijo hace exactamente lo contrario de lo que le dices; no tienes idea de cómo manejar una pataleta; te atemoriza castigarlo o, por el contrario, reconoces que eres una mamá muy severa? No te preocupes, pues disciplinar a los hijos no es tarea fácil y no eres la única mamá a la que le asaltan estas dudas. Sigue estos sencillos consejos que te ayudarán a manejar con inteligencia esos momentos de tensión. *Hablar con tus hijos siempre será mejor opción que gritarlos. Tú eres su ejemplo así que si gritas y te sales de control, seguramente ellos harán lo mismo y la situación se tornará cada vez peor. *Recuérdale a tu hijo que toda acción genera una consecuencia. Sé clara con los castigos o correctivos que tomarás. *No obedezcas a los caprichos sólo por calmar una pataleta o evitar que tu hijo llore. Mantén la calma. *Fija rutinas. Por ejemplo, acuéstalo, levántalo y aliméntalo siempre a la misma hora para que él entienda que las actividades diarias tienen un orden. *No le transmitas tus miedos. Si por alguna razón tu bebé está jugando con un objeto peligroso no lo grites ni lo asustes, simplemente retíralo con calma y sustitúyele el juguete. Cuando los niños van creciendo también van entendiendo sus responsabilidades, pero también van identificando tus puntos débiles por eso en ocasiones, es mucho más difícil corregirlos. Evita caer en estos errores: * No excuses a tu hijo si falló en algo. Por ejemplo, si no hizo la tarea, no debes ser tú quien pida excusas a la profesora por él, pues tu hijo debe ser conciente de sus responsabilidades y de las consecuencias de no cumplir con ellas. *No des consejos y consejos porque puedes llegar a confundir. Tú eres el referente de autoridad de tu hijo por eso debes ser clara para que ellos reconozcan su error y sepan exactamente cómo corregirlo. * Nunca uses castigos que avergüencen o humillen a tu hijo pues sólo conseguirás su rechazo y sentirte angustiada o culpable. *Establece reglas para que tanto tú como tu pareja sepan cómo corregir al niño. Si tu hijo encuentra que entre los dos no hay unidad, sabrá como manipular la situación. *Evita desaprobar la personalidad de tu hijo con frases como “que niña tan desordenada o que niño tan llorón”. Es mejor decir: “ordena tus juguetes o tu ropa” y “¿por qué estás llorando, qué te pasa, te puedo ayudar?” * Los golpes nunca serán la solución. Seguramente si maltratas a tu hijo, ésta dejará de portarse mal por el momento, pero lo convertirás en un niño que con el tiempo será temeroso, violento y aún más rebelde.Las cinco reglas: 1. Sé un buen ejemplo. 2. Acepta y corrige tus errores. 3. Sé clara en lo que dices. 4. Establece y haz cumplir las reglas. 5. Nunca golpees a los niños.
Fuente:
Revista Fucsia
10/09/09
No olvides visitar
No hay comentarios:
Publicar un comentario