miércoles, 26 de agosto de 2009

El lunch y el desayuno de los pequeños


Un desayuno adecuado y un refrigerio nutritivo en el colegio harán que tu hijo rinda al máximo en sus actividades y presente un excelente desempeño académico
La capacidad de aprendizaje de un niño, su desempeño físico y mental disminuye notoriamente cuando no cuenta con una buena nutrición. El desayuno es el primer alimento que el cuerpo necesita para poder llevar a cabo funciones vitales y un mejor rendimiento escolar.
La nutrióloga Tania Chapa, vocera de Aladino, comenta: "El cerebro se alimenta de glucosa para un mejor funcionamiento, cuando no se cuentan con los fuetes necesarias al saltarnos este primer momento del día el cuerpo humano busca fuentes de emergencia, para crear esta glucosa a partir de una fuente externa, como en el caso del hígado, el cual tiene un ligero reservorio que puede durar temporalmente".
¿Qué papel juega el lunch?
Un adecuado lunch debe ser balanceado; es decir, tener los tres grupos básicos de alimentos: frutas y verduras, cereales y tubérculos, y productos de origen animal. De manera que un buen refrigerio puede ser: Un sándwich de pechuga de pavo con verduras y agua de frutas; tal vez algo de fruta picada con queso cottage, galletas y agua natural; o un emparedado de crema de cacahuate y algún jugo natural de fruta.
Balancear los alimentos en el refrigerio les brindará a los niños la energía y nutrientes requeridos para realizar sin ningún problema las actividades escolares.
Es importante resaltar que el lunch debe contener alimentos diferentes a los consumidos en cualquier otro momento del día.
Cabe resaltar que el lunch escolar nunca debe sustituir al desayuno en casa; sin embargo, en muchas ocasiones se llega a convertir en el primer alimento que ingieren los infantes.
La idea es que en el recreo, los niños tengan un alimento sencillo, nutritivo y fácil de transportar que no les tome mucho tiempo para que les permita jugar y seguir con sus actividades.
La quinta parte de las calorías totales del día son del refrigerio. Si el niño consume más de las calorías requeridas por el organismo (alrededor de 250 a 400 calorías en el día) va a estar somnoliento y con una falta de energía en vez de promover su actividad. Por otro lado, a la larga, puede desarrollar sobrepeso y obesidad.
Preparando el lunch
A la hora de preparar un lunch toma en cuenta:
Si tu hijo desayunó ligero, su lunch debe ser más completo.
Procura que los alimentos no contengan mucha grasa y que sean fáciles de digerir.
Mándales porciones pequeñas, fáciles de manejar, si notas que los recipientes regresan vacíos paulatinamente aumenta su tamaño.
Es recomendable mandarles agua natural para que se mantengan hidratados ó prepararles una agua de frutas naturales endulzada con muy poquita azúcar.
Busca darle variedad al lunch, con esto evitarás que tu hijo se aburra del mismo e incluso que llegue a tener desagrado por algún tipo de alimento.
Intenta realizar un calendario y escucha las preferencias tus hijos. Pregúntales siempre qué se les antoja, así entre los dos podrán agendar los alimentos incluidos en el lunch. Por ejemplo: Los lunes preparemos algo que contenga queso; los martes, crema de cacahuate; los miércoles uno con yogur; los jueves, frijoles; y los viernes, embutidos. Así será más fácil y divertido su consumo, por que los niños se sentirán involucrados.
Haz más atractiva la ingesta de los alimentos: "Si nosotros le copiamos en ese sentido a la mercadotecnia, podríamos lograr mas aceptación, ¿a qué me refiero con eso? A lo mejor si le mandamos una brochetita de frutas que tenga una bolita de melón, una de sandia, un pedazo de plátano y unas uvas; y por lo tanto va a sentir que es poquito y que es atractivo a la vista y es mas probable que se lo coma a que si le mandamos una manzana que se la tiene que comer a mordidas", profiere Chapa.
¿Sabes cómo come tu hijo?
El apetito de los niños depende de la edad y nivel de actividad por lo tanto, es posible que coma menos un día y más al siguiente.
No olvides que es importante darnos el tiempo de prepararles a nuestros hijos un buen refrigerio, antes de darles dinero para que compren productos chatarra y golosinas.
Según la experta, esta opción ha llevado mucho a la obesidad infantil en nuestro país debido a que los niños no tienen los conocimientos ni los alimentos adecuados al alcance en las cooperativas del colegio y este factor desafortunadamente hace que los infantes compren los alimentos que realmente no les convienen ni los nutren.
"Vale la pena invertir el tiempo y el esfuerzo en el desayuno y refrigerio (lunch) de los niños, porque de eso va a depender su desarrollo biológico, psicológico y neurológico en estos primeros años de vida", explica la nutrióloga.


Fuente:

Esmas.com

28/08/09



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