El inicio del próximo curso escolar la próxima semana está cada vez más cerca. Con ello crece la emoción de chicos y adolescentes por estrenar uniformes, mochilas y otros materiales escolares.
Del mismo modo, crece la incertidumbre ante la idea de ir por primera vez a un plantel escolar, por cumplir con las exigencias académicas del nuevo semestre o aprender a socializar con compañeros de clase desconocidos. A esto se añade la inquietud por evitar contagiarse con el virus AH1N1.
Pero más allá de este panorama, la finalidad es la misma para muchos: conseguir un año lleno de esfuerzos premiados. Y aunque no hay una fórmula perfecta para lograrlo, sí existen recomendaciones para minimizar muchas preocupaciones de algunos jovencitos en cuanto al inicio de clases.
Al ponderar sobre esta misión, la psicóloga escolar Lisette Morales resalta que "los padres deben recordar que ellos son los primeros motivadores para sus hijos". Deben evitar depositar este papel en el maestro, "como se tiende a pensar". Por el contrario, este profesional "es más bien un ente para guiar el proceso de aprendizaje". Por esta razón, "el papá y la mamá deben sembrar en los hijos motivación, positivismo e interés", y planificar actividades extracurriculares que sirvan de complemento a sus diferentes asignaturas, como ir a un museo, lugares de interés histórico, destinos geográficos referidos en clases, y otros.
Para conocer más sobre cómo lograr un regreso a clases exitoso, a continuación, tanto la psicóloga escolar como la fisiatra Carmen López mencionan más sugerencias.
Cómo ayudarlo:
Motívalo con anticipación. Si el niño irá a la escuela por primera vez, lo ideal es que el año previo al inicio de clases trabajes en dinámicas que lo entusiasmen a dar este cambio. No obstante, si sólo estás a días para que tu hijo dé este paso, igual háblale sobre beneficios que ganará como estudiante, como tener nuevos amigos y aprender canciones, por ejemplo.
2. Establece un horario. Es tiempo de que hagas ajustes en la rutina de tus hijos para levantarse y acostarse. Esto ayudará a facilitar el proceso de transición para cumplir con el horario del curso escolar. No esperes a la noche anterior al inicio de clases para obligar a tu hijo a dormir a una hora determinada.
3. Limita sus pasatiempos. Es momento de empezar a controlar ciertas actividades de entretenimiento diarias, como la de los videojuegos, ver televisión, utilizar la computadora o correr bicicleta, por ejemplo. "Todo esto contribuye a que el niño esté sobreestimulado y le va a dificultar conciliar el sueño", advierte la psicóloga escolar.
4. Programa la rutina de alimentación. Recuerda que hay unos horarios establecidos para merendar y almorzar en la escuela. Por lo tanto, comienza a hacer cambios en cuanto a la hora de darles de comer en la casa. Si no detienes esta conducta, es probable que "tengas un estudiante que bosteza o que se sienta aletargado porque tiene hambre" .
5. Compra sus meriendas a tiempo. Esto te facilitará el proceso de preparar su lonchera. En conjunto con sus demandas nutricionales, asegúrate de saber los alimentos que le agradan. Discute con él cada noche lo que desea para que a la mañana siguiente no surjan contratiempos por diferencias en cuanto a qué merendar.
6. Déjalo independizarse. Tomando en consideración la edad de tu hijo, reflexiona si ya es momento de comenzar a trabajar en cierto grado de su independencia, como el que despierte por su propia cuenta. Establece con él sus nuevas responsabilidades.
7. Revisa el inventario de uniformes y materiales. Corrobora con tu hijo la lista. ¿Qué queda pendiente? ¿Cuál es el plan para adquirir aquello que falta? De este modo, además de generar entusiasmo en el menor, también fomentarás cierto grado de responsabilidad al respecto.
8. Acuerda un plan de seguridad. Planifica el lugar donde debe esperarte para ir a buscarlo al salir de clases. También, define una red de apoyo con personas que te ayuden en esta gestión. En el caso de los muy pequeños, coloca en su mochila -o anótalo en una libreta- los números telefónicos de emergencia, y recuérdale constantemente dónde encontrarlos.
9. Designa un espacio para los materiales escolares. Separa un lugar en casa donde tus hijos pueden encontrar los efectos de escuela según los vayan requiriendo a lo largo del semestre. También, procura que sea una especie de minibiblioteca con material educativo que pueda ser de ayuda en las asignaturas.
10. Resáltale tu confianza. Muchos menores experimentan ansiedad por la presión de las expectativas académicas de sus padres y/o maestros, y más si hay asignaturas en las que han demostrado dificultad. Fuera de recriminarles por ello, procura hablarles sobre lo que esperas de su desempeño sin hacerles sentir que tienen una carga pesada al respecto.
Fuente:
Primera Hora.com
06/08/09
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