Es preciso reconocer que los padres tenemos un papel por desempeñar en las tareas escolares de nuestros hijos, especialmente mientras ellos son pequeños y llega el momento en que puedan asumir progresivamente sus propias responsabilidades.
Sugerencias Brindemos a nuestros hijos las condiciones apropiadas y los materiales necesarios para hacer sus tareas. Es esencial un lugar bien iluminado y tranquilo, sin la interferencia de la televisión y otras distracciones. Los niños deben contar con los recursos necesarios para cumplir con sus deberes escolares, tales como lápices, papel, diccionarios, y los libros y materiales exigidos por el colegio o escuela.
Enseñe a su hijo a administrar el tiempo. Los niños muchas veces quieren dejar sus deberes escolares para el último lugar dentro de su lista de actividades. Establezca un horario y una rutina para las tareas, evitando que ellas queden relegadas para la hora cuando el niño está cansado y quiere descansar; o para el domingo en la noche, en víspera de iniciar la semana escolar.
Refuerce el valor de las tareas. Si su hijo ve la importancia que usted le da a sus tareas, aprenderá más rápido que estas tienen un valor en el proceso de aprendizaje. Busque la manera de mantenerlo motivado frente a las tareas, especialmente frente a aquellas que requieren un mayor esfuerzo.
Desarrolle actividades paralelas con su hijo. Una manera de valorar las tareas y de reforzar la importancia que ellas tienen es haciendo una actividad similar a la tarea que tiene su hijo. Si su hijo tiene una tarea de escritura, siéntese a su lado y aproveche la oportunidad para escribir algo que tenga pendiente; o revise sus cuentas personales mientras su hijo avanza con su tarea de matemática.
Oriéntelo, pero no lo sustituya. Desde muy temprano en el proceso el niño debe aprender que él o ella es responsable por sus propias tareas. Ellos deben saber que usted estará disponibles con su apoyo y orientación, pero no sustituirá su propia responsabilidad. No haga el trabajo de su hijo, oriéntelo y promueva en él el esfuerzo personal.
Sepa cuándo intervenir. Hay tareas donde el maestro pide la ayuda de los padres; en esos casos usted debería estar siempre disponible. Hay otras donde el niño debe trabajar solo por petición del maestro; en estos casos no se debe interferir, aunque esto no significa que se deje de lado la función de supervisión de los padres.
Valore el esfuerzo de su hijo. Reconozca su esfuerzo y motívelo. Esto es esencial para mantener en su hijo una actitud positiva frente al aprendizaje.
Sugerencias Brindemos a nuestros hijos las condiciones apropiadas y los materiales necesarios para hacer sus tareas. Es esencial un lugar bien iluminado y tranquilo, sin la interferencia de la televisión y otras distracciones. Los niños deben contar con los recursos necesarios para cumplir con sus deberes escolares, tales como lápices, papel, diccionarios, y los libros y materiales exigidos por el colegio o escuela.
Enseñe a su hijo a administrar el tiempo. Los niños muchas veces quieren dejar sus deberes escolares para el último lugar dentro de su lista de actividades. Establezca un horario y una rutina para las tareas, evitando que ellas queden relegadas para la hora cuando el niño está cansado y quiere descansar; o para el domingo en la noche, en víspera de iniciar la semana escolar.
Refuerce el valor de las tareas. Si su hijo ve la importancia que usted le da a sus tareas, aprenderá más rápido que estas tienen un valor en el proceso de aprendizaje. Busque la manera de mantenerlo motivado frente a las tareas, especialmente frente a aquellas que requieren un mayor esfuerzo.
Desarrolle actividades paralelas con su hijo. Una manera de valorar las tareas y de reforzar la importancia que ellas tienen es haciendo una actividad similar a la tarea que tiene su hijo. Si su hijo tiene una tarea de escritura, siéntese a su lado y aproveche la oportunidad para escribir algo que tenga pendiente; o revise sus cuentas personales mientras su hijo avanza con su tarea de matemática.
Oriéntelo, pero no lo sustituya. Desde muy temprano en el proceso el niño debe aprender que él o ella es responsable por sus propias tareas. Ellos deben saber que usted estará disponibles con su apoyo y orientación, pero no sustituirá su propia responsabilidad. No haga el trabajo de su hijo, oriéntelo y promueva en él el esfuerzo personal.
Sepa cuándo intervenir. Hay tareas donde el maestro pide la ayuda de los padres; en esos casos usted debería estar siempre disponible. Hay otras donde el niño debe trabajar solo por petición del maestro; en estos casos no se debe interferir, aunque esto no significa que se deje de lado la función de supervisión de los padres.
Valore el esfuerzo de su hijo. Reconozca su esfuerzo y motívelo. Esto es esencial para mantener en su hijo una actitud positiva frente al aprendizaje.
Fuente:
Mundo Hispano
31/08/09
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