martes, 30 de junio de 2009

Alimentación en el primer año de vida



La nutrición en el primer año de la vida es de gran importancia, tanto porque debe satisfacer las necesidades del crecimiento y maduración de tejidos y órganos, como por las posibles implicaciones que pueda tener en la prevención de enfermedades crónicas, adquirir hábitos saludables y satisfacer necesidades afectivas ligadas a la alimentación. Desde el momento del nacimiento y a lo largo de la vida, la alimentación juega un importante papel para el desarrollo equilibrado y el mantenimiento de la salud.
El aparato digestivo del lactante está especialmente adaptado a la alimentación láctea en los primeros meses de la vida, pero acontece una maduración funcional a lo largo de los 6 meses siguientes que permitirá la entrada progresiva de alimentos más complejos, lográndose una alimentación más completa y variada.
La alimentación del lactante pasa por dos periodos:
Periodo de lactancia exclusiva (abarca los 4-6 primeros meses de la vida y el único alimento que toma el lactante es la leche de mujer o la fórmula de inicio).
Periodo de transición hacia la alimentación complementaria (desde los 4-6 meses hasta los 12 meses de edad y se caracteriza por la variedad alimentaria).
La leche materna tiene la composición ideal para el bebé aportando la cantidad ideal de agua, azúcares, grasa y proteínas que el bebé precisa para un crecimiento y el desarrollo óptimo. Evita, también, una ganancia excesiva de peso por lo que previene la obesidad en edades posteriores. Se ha identificado una proteína (adiponectin a) en la leche materna que parece proteger de la obesidad, la diabetes y afecciones arteriales coronarias.
La digestión de la leche materna, generalmente, es mejor que la de las leches artificiales. La leche materna es rica en probióticos, por lo que favorece la aparición de una flora intestinal con menos patógenos en el intestino del bebé. La alimentación complementaria viene a completar, no a sustituir la leche materna. Los alimentos que se van introduciendo al bebé tienen una progresión fundamentada sobre factores nutricionales, madurativos, educativos y en concordancia con la progresiva adquisición de sus habilidades motrices.
ESCALERA DE ALIMENTOS PARA BEBÉS
Pasos para introducir los distintos grupos de alimentos
Los cereales suelen ser el primer alimento no lácteo que se introduce (4º mes). Son ricos en hidratos de carbono y energía, aportando también, aunque en menor cantidad, proteínas, minerales, ácidos grasos esenciales (0,5-1 g/100 g), y vitaminas como la tiamina. Se recomienda actualmente que las harinas sean sin gluten hasta los 6 meses de edad, con el objeto de no favorecer la sensibilización de niños con base inmunológica susceptible de presentar enfermedad celiaca. Los cereales sin gluten habitualmente más utilizados para elaborar las papillas son el arroz y el maíz.
En cuanto el lactante tome ya su primera papilla de cereales, se le ofrecerá una papilla de frutas (5º mes). Además del aporte en fibra que facilita un tránsito intestinal normal, su valor calórico es interesante por su contenido en azúcares y alto contenido vitamínico, especialmente de vitamina C, así como de otros antioxidantes.
Con posterioridad se introduce un puré de verduras (6º mes), constituido por verduras y hortalizas variadas, a excepción de las verduras foliáceas (espinacas, acelgas, col, etc.), ya que pueden dar lugar a metahemoglobinemia. Se adiciona carne (roja y blanca) a condición de prepararlas cocidas y sin grasa, si bien se suele comenzar por el pollo por ser más digerible, junto a una pequeña cantidad de aceite de oliva, lográndose así un puré de alto valor calórico y con un elevado contenido en fibra, vitaminas, sales y minerales, principalmente hierro.
Posteriormente se pueden alternar las carnes con los pescados blancos (9º mes) y finalmente el huevo (12º mes) como otras fuentes de proteínas animales, vitaminas, hierro y ácidos grasos. El huevo no se debe dar crudo, para permitir una buena utilización digestiva de la albúmina de la clara y evitar la toxiinfección por Salmonella.
Las legumbres pueden ofrecerse alrededor de los 12 meses. Son una fuente de proteínas, fibra, vitaminas y minerales.

Fuente:

ADN.es

30/06/09



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