martes, 30 de junio de 2009

Niños hiperactivos necesitan comprensión y estímulos positivos


PUERTO LA CRUZ.- La mayoría de los niños suelen ser intranquilos y desordenados. A casi todos les gusta correr, saltar de un lado a otro, gritar o hablar “más que un loro”. Hacer una rabieta y tirarse al piso cuando se sienten frustrados o no quedarse por mucho tiempo en un mismo sitio, también son episodios comunes en la vida familiar de cualquier padre o madre. Sin embargo, para un chico o chica con déficit de atención o hiperactividad, este tipo de conductas son por demás bastante frecuentes, llegando incluso a interferir en su capacidad de llevar una vida normal. Antes que castigos físicos, regaños o amenazas en la escuela o en la casa, los niños con esta patología necesitan tratamientos específicos, comprensión y el establecimiento de estrategias conductuales que los ayuden a llevar una infancia feliz y enriquecedora.Tres rasgos El Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad o TDAH, por sus siglas, es un padecimiento que afecta entre el 4% y el 12% de los chicos y chicas en edad escolar, según estimaciones sostenidas por organismos como la Academia Americana de Pediatría. “Cerca de tres veces más niños que niñas son diagnosticados con TDAH”, advierte la academia en la guía de ayuda para padres con niños hiperactivos o con problemas de atención. El TDAH se presenta a nivel conductual de tres maneras: con falta de atención, hiperactividad o impulsividad. Sin embargo, son “el bajo rendimiento escolar y el ser tildados de flojos las principales razones por la que un niño con TDAH es llevado a una consulta especializada” comenta la psiquiatra infantil y juvenil Ana María Ríos. Agrega que la dificultad para cumplir con las tareas escolares, el ser desordenados, distraídos, olvidadizos; el retorcerse y moverse constantemente así como el correr, brincar y contestar antes de que se le termine de formular la pregunta, son signos que delatan hiperactividad o problemas de atención en el niño. “El TDAH es una enfermedad crónica que tiene su raíz en el cerebro y por ello amerita tratamiento médico y la aplicación de estrategias en la casa y escuela, adecuadas para este problema. Las técnicas pedagógicas arcaicas, los castigos físicos o los regaños no ayudan al niño con TDAH”, acota la especialista.Antonio Pacheco, psiquiatra y presidente del Colegio Venezolano de Neuropsicofarmacología coincide con Ríos en que este tipo de chicos requieren tratamiento médico los 365 días del año y supervisión de equipos multidisciplinarios que involucren además del médico, al psicopedagogo o un psicólogo, a fin de que mejoren sus hábitos de estudios y capacidad de concentración.EstrategiasPara ayudar a que un niño o niña con TDAH controle su problema es importante que los padres lo estimulen a que siga una rutina cotidiana. Los estímulos positivos son claves para ayudarlos a que cumplan sus metas y no decaigan. Según la guía para padres, elaborada por la Academia Americana de Pediatría, los papás y mamás deben procurar que los horarios en el que su hijo o hija se despierta, come, se baña, sale a la escuela y se va a dormir, sean los mismos durante todo el día.En cuanto al tratamiento farmacológico, Ríos y Pacheco resaltan que la dosificación y esquema de tratamiento para cada caso de TDAH debe ser rigurosamente establecido por psiquiatras o galenos especializados en el trastorno.Orden en casaLa música fuerte, los juegos de computadora y la televisión pueden estimular en exceso a los niños y niñas con TDAH. Establezca como regla que apaguen la tv y la música durante las horas de la comida o mientras hacen la tarea. Además, evite llevarlos a lugares demasiado estimulantes, como centros comerciales bulliciosos.Organice su casa: Si el niño tiene lugares específicos y lógicos para guardar sus trabajos escolares, juguetes, morral y ropa, es menos probable que los pierda. Aparte un lugar cerca de la puerta principal de su cuarto o de la casa para que ponga su bulto escolar y no lo olvide.Recompense el comportamiento positivo: Dígale palabras amables, abrácelo o prémielo cuando alcance sus metas a tiempo o se porte bien.Establezca metas pequeñas y accesibles: Espere un avance lento en lugar de resultados instantáneos. Asegúrese de que su hijo comprenda que puede avanzar, con pequeños pasos, hacia su autocontrol.Ayúdelo a mantener el orden: Utilice tablas o listas coloridas para seguir el avance en las tareas escolares o labores domésticas. Dé instrucciones cortas y recuérdeselas de manera breve y amistosa.Limite sus opciones: Ayúdelo a tomar decisiones proporcionándole dos o tres opciones a la vez.Busque actividades que refuercen su autoestima y en las que puedan sentir el éxito. El castigo físico, las nalgadas, las cachetadas, gritos o amenazas no ayudan. A veces, lo mejor es ignorar sus rabietas, distraerlo o sacarlo de la situación que disparó el mal comportamiento. Hable con él o ella, cuando esté más calmado. (Fuente: Guía para Padres acerca del TDAH. Academia Americana de Pediatría).


Fuente:

El Tiempo.com.ve

30/06/09



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