MADRID.- El peso que gana una mujer durante la gestación puede afectar a su salud y a la del niño. El Instituto de Medicina de Estados Unidos acaba de hacer públicas las nuevas recomendaciones en cuanto a los kilos que puede engordar una embarazada. El mensaje principal insta a aquellas que quieran tener un hijo a alcanzar un peso saludable antes de la concepción.
La nueva guía no supone grandes cambios respecto a las recomendaciones realizadas por esta institución en 1990. Las mujeres de peso saludable deben engordar entre 11 y 16 kilos y las que tienen un sobrepeso leve entre 6,8 y 11 kilos durante el embarazo. Estas son "las cantidades estándar recomendadas", declaró Kathleen Rasmussen, de la Universidad de Cornell (Nueva York), presidenta del comité que redactó el informe.
Sin embargo, las recomendaciones para las mujeres obesas se endurecen. Aquellas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 pueden ganar sólo entre cinco y nueve kilos durante los meses de embarazo. Eso es suficiente para "dar a luz a un bebé de buen tamaño", indican las guías.
El documento señala además que las mujeres con bajo peso (IMC inferior a 18,5) y las de peso normal deberían ganar 0,45 kilos a la semana para permitir un desarrollo fetal adecuado durante los dos últimos trimestres. En el caso de gestantes con sobrepeso u obesidad, deberían engordar la mitad.
Un reto para especialistas y embarazas
El contenido de las guías es especialmente relevante en un momento en el que las cifras de obesidad se están disparando en Occidente. En Estados Unidos, por ejemplo, "las mujeres en edad reproductiva tienen más obesidad severa (el 8%) que sobrepeso (el 3%) y su salud a corto y largo plazo se ha vuelto una preocupación, además del tamaño del bebé al nacer", señala el informe del Instituto de Medicina.
Por eso, las guías hablan de la necesidad de mejorar el asesoramiento que reciben las embarazadas sobre nutrición y ejercicio e instan a ginecólogos y matronas a consultar con especialistas en estos campos para determinar el plan a seguir en cada caso. También pone el acento en que lograr el peso ideal antes de la concepción es lo más recomendable.
Los niños nacidos de mujeres obesas o que engordan demasiado durante la gestación son más propensos a tener un excesivo tamaño (macrosomía), a nacer mediante cesárea o a tener defectos congénitos. Pero, además, también tienen riesgos a largo plazo como ser obesos o diabéticos.
La nueva guía no supone grandes cambios respecto a las recomendaciones realizadas por esta institución en 1990. Las mujeres de peso saludable deben engordar entre 11 y 16 kilos y las que tienen un sobrepeso leve entre 6,8 y 11 kilos durante el embarazo. Estas son "las cantidades estándar recomendadas", declaró Kathleen Rasmussen, de la Universidad de Cornell (Nueva York), presidenta del comité que redactó el informe.
Sin embargo, las recomendaciones para las mujeres obesas se endurecen. Aquellas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 pueden ganar sólo entre cinco y nueve kilos durante los meses de embarazo. Eso es suficiente para "dar a luz a un bebé de buen tamaño", indican las guías.
El documento señala además que las mujeres con bajo peso (IMC inferior a 18,5) y las de peso normal deberían ganar 0,45 kilos a la semana para permitir un desarrollo fetal adecuado durante los dos últimos trimestres. En el caso de gestantes con sobrepeso u obesidad, deberían engordar la mitad.
Un reto para especialistas y embarazas
El contenido de las guías es especialmente relevante en un momento en el que las cifras de obesidad se están disparando en Occidente. En Estados Unidos, por ejemplo, "las mujeres en edad reproductiva tienen más obesidad severa (el 8%) que sobrepeso (el 3%) y su salud a corto y largo plazo se ha vuelto una preocupación, además del tamaño del bebé al nacer", señala el informe del Instituto de Medicina.
Por eso, las guías hablan de la necesidad de mejorar el asesoramiento que reciben las embarazadas sobre nutrición y ejercicio e instan a ginecólogos y matronas a consultar con especialistas en estos campos para determinar el plan a seguir en cada caso. También pone el acento en que lograr el peso ideal antes de la concepción es lo más recomendable.
Los niños nacidos de mujeres obesas o que engordan demasiado durante la gestación son más propensos a tener un excesivo tamaño (macrosomía), a nacer mediante cesárea o a tener defectos congénitos. Pero, además, también tienen riesgos a largo plazo como ser obesos o diabéticos.
Fuente:
Opinión y Análisis
08/06/09
No olvides visitar
No hay comentarios:
Publicar un comentario