miércoles, 10 de junio de 2009

Respeto a la intimidad de nuestros hijos


2009-06-08 CUENCA.- Algunos padres de familia "caen" en la tentación de irrumpir en la intimidad de sus hijos, de irrespetar sus asuntos más íntimos, por el anhelo de saber qué les pasa, qué están haciendo cuando papá y mamá no los ve...en fin, por el ideal de saber "todo lo que le gira alrededor de mi hijo".Roberto Senese, médico especializado en Consejería Familiar y Adolescencia, alerta a los padres, les dice: "alto, usted como padre no puede tomarse atribuciones que sobrepasen la línea del respeto a la intimidad de sus hijos. Una cosa es formarlos, cuidarlos, estar pendiente de ellos y otra, muy distinta y traumática, es entrometerse en sus vidas, hasta asfixiarlos".Aquí unos tips que este profesional entrega a los padres, sobre todo de adolescentes. (ACR)Entrando en confianza* Toda relación, en este caso padre-hijo, debe basarse en el respeto mutuo, no porque nuestros hijos son más pequeños (en edad y físicamente) que nosotros podemos abusar de ellos y exigir "ver" todo lo que guardan en su habitación, en su billetera, en su mochila...* Todo niño y adolescente debe tener en su hogar un sitio (una cajita, un cofre...)donde pueda guardar sus "secretos". Nadie los puede vulnerar.* A veces, en los planteles educativos los profesores les exhortan a los padres de familia a que diariamente revisen las mochilas de sus hijos, de principio a fin, para ver si le han enviado una nota, han cumplido las tareas, etcétera.* En estos casos, lo ideal es dialogar con el hijo, en lugar de decirle:"dame tu mochila, déjame ver si te mandaron alguna nota que me estás ocultando, qué llevas, qué tienes", puede decirle en tono tranquilo: "hijo, veamos tu mochila, muéstrame cómo la llevas...permíteme ayudarte a ordenarla...* "¿Qué te parece si me muestras el cuaderno? para ver cómo está la carátula o si el forro está de cambiar...muéstrame tu cartilla; te cuento que cuando yo era niño me gustaba escribir en la última página unas frases...".* La idea es que nuestros hijos se sientan en confianza con nosotros y no teman abrirnos su gran tesoro: la mochila.Los seis estímulos* Para todo es necesaria la buena comunicación, la cual no se consigue con groserías, diciéndoles a nuestros hijos "eres un inútil, no sirves para nada...", sino empleando términos adecuados en los momentos difíciles.* De nada sirve intentar ganarse la confianza de nuestros hijos, si cuando estamos enojados no podemos controlarnos y los ultrajamos y ofendemos.* Lo ideal es respirar profundo, cerrar los ojos un par de segundos y tratar de ponernos en los zapatos de nuestros hijos (qué temor sentirán al ver nuestros rostros enfurecidos) para calmarnos y jamás golpearlos, sino tratar de reorientar su comportamiento, solo con el diálogo.* Si su hijo recibe los seis estímulos: afecto, amor, respeto, consideración, comunicación y comprensión, de seguro confiará en sus progenitores y no tendrá "enormes secretos"; entonces usted, padre de familia, no sufrirá pensando de qué modo abrir su mochila, el cajón de su velador y otros "escondites" de su hijo para averiguar qué hace; él mismo se lo contará todo, a su modo, pero lo hará. (ACR)Las alertas* Si usted tomó la decisión de darle celular a su hijo es porque confía en él, está consciente que lo sabrá utilizar de modo correcto, como todas las personas de su edad.* Entonces, aunque "le piquen las manos", no cometa el error de abrir su "buzón de entrada" para saber qué mensajes de texto está recibiendo, de quién, por qué, para qué...* Usted aprenderá a confiar en su hijo adolescente, si sabe que él lo tiene todo a su lado, es decir, los seis estímulos mencionados: afecto, amor, respeto, consideración, comunicación y comprensión. Entonces su hijo no requerirá "voltear" todo su interés a otras personas.* Es casi parecido a un matrimonio, si él o ella tienen todo de su pareja, no requerirán buscarlo en otro lado, no requerirán guardarle secretos a su pareja.* Si el hijo, por más que el padre intenta, no se "abre" y prefiere estar en su carto encerrado, tiene mal caracter, baja de peso, cambia conductas, tiene malas notas y no quiere dialogar, es hora de preocuparse y buscar ayuda profesional incluso.


Fuente:

La Tarde

10/06/09



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